(4) ENTENDIENDO A INGMAR BERGMAN, de Margarethe von Trotta.

LAS CLAVES DEL MAESTRO
Al cumplirse el centenario del nacimiento de Ingmar Bergman (1918 – 2007) son varios los cineastas que han realizado documentales para abordar su personalidad y analizar su magna obra cinematográfica, aunque creo que este primer acercamiento al género de la alemana Margarethe von Trotta ha resultado ser el más interesante. En esta película no sólo explora, a modo de investigación, la vida y obra del autor sueco en el terreno fílmico sino también en sus incursiones teatrales y televisivas.
Todo empezó cuando von Trotta se sintió fascinada al ver en París Fresas salvajes (1956) —coincidiendo con la consolidación de la Nueva Ola Francesa—, una obra maestra que ya contiene muchas de las claves de la extensa filmografía del excelso director sueco y que provocó en ella el irresistible e inmediato deseo de dedicarse a la realización de películas.
La admiración y el respeto sentidos por la realizadora de Las hermanas alemanas (1981), Rosa Luxemburgo (1986) y Hanna Arendt (2012), entre otros muchos e interesantes títulos, la impulsó a recorrer nueva y detenidamente el itinerario físico y espiritual de su modelo —escenarios de los rodajes, su residencia en la isla de Farö, sus recovecos mentales y sus constantes estilísticas, etc.—, ella como testigo omnipresente en las imágenes de un reportaje que reflexiona y saca conclusiones del conjunto de sus observaciones sin ocultar los puntos oscuros instalados en la privacidad del artista: la relación poco afectuosa con sus propios hijos, la frialdad de trato con sus numerosas parejas femeninas, los problemas con el gobierno de su país y su exilio fiscal, su distanciamiento de la política tras una confusa etapa juvenil, etc.
La riqueza informativa y la precisión conceptual de este documental son admirables: escenas significativas de sus principales filmes, entrevistas con sus hijos e intérpretes, opiniones del cineasta y de guionistas, reflexiones de críticos y ensayistas… sin olvidar la importancia de los recuerdos de la actriz Liv Ullmann, una de sus esposas.
No olvida Margarethe von Trotta bucear en la niñez de Bergman, momento clave que condicionó su itinerario más íntimo, y su carrera, no sólo por la temprana posesión y disfrute de una linterna mágica y de un teatrillo de juguete —tampoco oculta su devoción por el Victor Sjöström de La carretera fantasma (1920)—, sino también por el trauma que le produjo el autoritarismo de su padre, un acomodado pastor evangélico —la obsesión por la culpa y la muerte—, y por su complicado devenir existencial entre la seducción ejercida por el universo femenino y la búsqueda racionalista de una libertad plena instalada en todos los rincones de su personalidad: artística, laboral, familiar, cultural, sexual…
Alcanzó una plenitud y una maestría creativas que alimentaron su profundo egocentrismo pero que también le permitieron emplear su enorme talento como instrumento de huida, de salvavidas emocional y de sublimación simbólica frente a la realidad de un mundo terrible. Un film imprescindible para los fieles admiradores del cine de Ingmar Bergman.
Leave a reply
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.