(3) UN ATARDECER EN LA TOSCANA, de Jacek Borcuch.

EUROPA, EN LA ACTUALIDAD
A María Linde, una poeta judeo-polaca establecida años atrás en Italia —una casa campestre en la Toscana—, que acaba de ganar el premio Nobel de Literatura, se le rinde un homenaje en la población de Volterra donde reside. Es una mujer libre, de pensamiento independiente, que vive comprometida, a su vez, con los grandes problemas colectivos de la Humanidad. Actualmente está preocupada especialmente por el terrorismo y por el rechazo de los inmigrantes propugnado por los nuevos partidos populistas de extrema derecha. Su discurso de agradecimiento al municipio que la acoge y de defensa de la tolerancia despierta el escándalo y la reprobación generalizada porque recientemente ha estallado una bomba en Roma activada por musulmanes radicales.
La existencia se le complica a la protagonista: su familia —marido e hijos— no comparten sus puntos de vista sobre los extranjeros, tiene un joven amante egipcio… La generosidad que profesa choca con el racismo y la xenofobia dominantes. Una banda sonora con bellas y sensibles canciones —Mina y Sinatra—, además de la música de Daniel Bloomy, contribuyen a compaginar las vivencias intimistas con la convicciones políticas, los resortes psicológicos con el ambiente urbano, todo ello en un plácido entono rural inicial en el que los jóvenes comienzan a descubrir el mundo.
Magnífica labor interpretativa de la actriz Krystyna Janda —premiada en el festival de Sundance—, que ya había trabajado a las órdenes de los cineastas polacos Wajda, Szabó, Kieslowski y Zulawski. Titulada originalmente Dulce fin de jornada, la película evita toda tentación panfletaria y efectista para convertirse en un relato sobrio y reposado que facilita la expresión de ideas y emociones, proyectándolas hacia el espectador a modo de puzle que debe ser resuelto una vez filtrado por su conciencia.
No faltan en el film algunas contradicciones y paradojas, las dudas ante el justo camino a recorrer, porque hay ejemplos de grandes figuras del arte y el pensamiento que se embarcaron en causas injustificables: aquí se cita el caso del escritor estadounidense Ezra Pound, antisemita y entusiasta del fascismo mussoliniano. ¿Explicaciones? El miedo al “diferente”, el mito del extranjero que viene a robarnos lo nuestro, la obligada cesión de la libertad a cambio de la seguridad, la falta de una profunda educación cívica…
Se ha utilizado una fotografía poco iluminada con escenas crepusculares del atardecer carentes de brillo y esplendor: las imágenes determinan el tono del discurso fílmico, siempre pausado, sereno y abierto a la reflexión. Es destacable el largo y excelente travelling de retroceso final, realista y metafórico a la vez, con la protagonista encerrada en la jaula de la plaza del pueblo —una especie instalación de arte conceptual— mientras la gente pasea indiferente a su alrededor. Vivimos amenazados por la pérdida de nuestra libertad individual.
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