(2) DISOBEDIENCE, de Sebastián Lelio.

UN AMOR PROHIBIDO
El chileno Sebastián Lelio, realizador de las interesantes Gloria (2013) y Una mujer fantástica (2017) —Oscar a la mejor película en lengua no inglesa— fue el elegido para encargarse de un film producido por la gran industria previa adaptación de la novela homónima de Naomi Alderman, convertida en guión por el propio director y por Rebecca Lenkiewicz, responsable del manuscrito de la prestigiosa y premiada Ida (Pavel Pawlikowski). Gran parte del éxito de Desobediencia se debe a la presencia protagonista de dos magníficas y bellas actrices, Rachel Weitz y Rachel McAdams, aunque también cuenta mucho el argumento de un film cuya singularidad es el resultado del choque entre un contexto muy puritano y tradicionalista —la ortodoxia religiosa judía— y las relaciones lésbicas de dos antiguas compañeras de instituto que se reencuentran al cabo del tiempo.
La fotógrafa Ronit regresa desde Nueva York a Londres para asistir al funeral de su padre, un prestigioso rabino, resurgiendo su amor por la ahora profesora Esti, que la corresponde, despertando el escándalo y la condena de la comunidad hebrea a la que ambas pertenecen. La película está realizada con corrección y sensibilidad mostrando los amores difíciles y conflictivos desde un punto de vista femenino, aunque lo cierto es que el relato aporta pocas novedades a los planteamientos del ya muy frecuentado y normalizado tema del lesbianismo en el cine, que ha insistido ya no sólo en escenas eróticas que conjugan la sensualidad con una cierta naturalidad desprovista de morbo sino también y de forma especial en el angustioso choque entre el deseo y las costumbres establecidas, entre la libertad personal y la moral dominante.
Sebastián Lelio confiere a la narración un ritmo pausado que no ayuda a enriquecer el relato con originales aportaciones sino que contribuye a dotarlo de un mayor énfasis dramático aunque, lamentablemente, en el desenlace realiza algunas concesiones que perjudican y rebajan la fuerza testimonial —la identidad sexual y la autonomía de los afectos— de una película que acaba subrayando la nobleza y comprensión de algún personaje que toma conciencia de lo injusto de las posturas intolerantes y homófobas. En este sentido, creo que hay un exceso de buenos sentimientos.
Leave a reply
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.