(3) LA DELGADA LÍNEA AMARILLA, de Celso García.

TRABAJO Y AMISTAD
Con esta coproducción franco-mexicana debuta en el largometraje Celso García, prestigioso autor de cinco premiados cortometrajes que ha contado con el apoyo en la producción de Guillermo del Toro, Bertha Navarro y Alejandro Springall. La línea argumental de La delgada línea amarilla es simple pues nos presenta a cinco hombres que son contratados para pintar la raya reguladora del tráfico en una carretera que une a dos poblaciones separadas por 200 km., aunque el trabajo debe realizarse en sólo 15 días. Se trata de un relato de personajes ya que a lo largo del mismo iremos descubriendo la identidad de cada uno de ellos, con sus particulares problemas, errores y escasas satisfacciones.
La película destaca por su humanidad, por la autenticidad de los tipos y las situaciones, con alguna pequeña concesión al sentimentalismo como son el caso del chico enamorado y el del accidente mortal que concluye la narración. Pero la visión que nos ofrece del México rural no es nada complaciente: los seres humanos del film pertenecen a la escala social más desamparada y explotada, condenados a trabajos manuales eventuales, duros y mal remunerados.
La estructura del relato es la propia de una road movie —laboral y no festiva— que tiene lugar en medio de un paisaje árido y desolado con unas pocas poblaciones, alguna feria y diseminados ranchos. El panorama humano que nos muestra el film enlaza con el México profundo ya explorado por Felipe Cazals y Arturo Ripstein, atendiendo especialmente —además de a las precarias condiciones de vida de estos trabajadores— a la evolución interior de los mismos, con sus nacientes relaciones de amistad y posibilidades de redención personal tras haber compartido los pormenores de su pasado, su esforzado presente y las incógnitas de su futuro.
El film ha sido galardonado en los festivales de Guadalajara (México), Manheim (Alemania), Gijón y Lleida. Estupendo reparto de actores entre los que sobresale el protagonista, encarnado por un magnífico Damián Alcázar.
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