(2) INMERSIÓN, de Wim Wenders.

DOS MUNDOS, DOS VIDAS, UN AMOR
Esta coproducción germano-franco-española es la adaptación de una novela de Jonathan M. Ledgard, convertida en guión por Erin Dignam y protagonizada por las estrellas James McAvoy y Alicia Vikander. El primero como el agente secreto británico James More que es destinado a una peligrosa misión contra el terrorismo yihadista con base en Somalia, donde se presenta como un ingeniero hidráulico encargado de mejorar el suministro de agua potable en este país africano. La segunda como Danielle Flinders, una científica especializada en biología marina que desciende al fondo oceánico para estudiar las bacterias que habitan las fumarolas sulfurosas que no necesitan luz solar ni oxígeno y que fueron el probable origen de la vida en la Tierra.
La película me da la impresión de ser un trabajo de encargo, con plena dedicación profesional de Wenders —buena fotografía, montaje y ritmo, funcionalidad expresiva de los planos, correcta dirección de actores, etc. — pero sin sus personales puntos de vista y sesudas reflexiones como autor-poeta preocupado por el mundo, la sociedad y los seres humanos. Nada que ver, pues, con la excelencia de filmes como En el curso del tiempo (1975), El amigo americano (1977), El estado de las cosas (1982), Paris, Texas (1984), El cielo sobre Berlín (1987) y tantos otros.
El núcleo del relato es la breve historia de amor entre los protagonistas tras su encuentro casual en la costa de Normandía con flechazo y apasionado romance. El relato se bifurca en dos direcciones por culpa de las diferentes profesiones de James y de Danielle —contraposición entre el fanatismo religioso y el rigor de la ciencia— y su obligada separación es el triste resultado que provocan sus alejados y arriesgados quehaceres. Un paréntesis sentimental determinado por el deber y la fatalidad, aunque el desenlace se nos presenta bastante abierto, sin concretar del todo, para evitar seguramente tanto el tópico final feliz como la amargura de la tragedia.
Inmersión fue recibida con frialdad en el último festival de San Sebastián porque en ella se puede apreciar el sólido oficio del realizador pero no la personalidad de un importante cineasta. Como film de género, por otra parte, necesitaría un mayor cupo de emociones aventureras y una agilidad narrativa que acompañara las correspondientes dosis de acción e intriga.
Leave a reply
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.