(4) TRES ANUNCIOS EN LAS AFUERAS, de Martin McDonagh.

MADRE CORAJE
Este tercer largometraje del guionista, realizador y dramaturgo de origen irlandés Martin McDonagh (Londres, 1970) nos llega tras la brillante Escondidos en Brujas (2008) y Siete psicópatas (2012) y lo hace cargado de reconocimientos internacionales: varios Globos de Oro y premios en los festivales de Venecia, Toronto y San Sebastián. Al parecer, el guión fue escrito expresamente para la magnífica actriz Frances McDormand —inolvidable protagonista de Fargo (1996) y casada con su director Joel Coen— con la idea de hacer un film cuyo estilo narrativo se pareciera —no por casualidad— al de los famosos hermanos responsables de Sangre fácil (1984), No es país para viejos (2007) y otros relevantes títulos.
Ella y Woody Harrelson como sheriff de un pequeño pueblo de Missouri (USA) encabezan el sólido reparto de este singular y admirable relato que combina de forma equilibrada las características —y la amargura— del drama y de la comedia ácida, un thriller moderno que hunde sus raíces —a juicio de algunos críticos— en el western clásico tomando como insólito modelo para el personaje de la justiciera a John Wayne, concretamente el resentido perseguidor de indios de Centauros del desierto (John Ford, 1956).
Y en efecto, Mildred Hayes se enfrenta obstinadamente a la policía local acusándola de no hacer todo lo posible para identificar al violador y asesino de su hija adolescente. Esta madre es la heroína valiente y contumaz, llena de ruido y de furia, que denuncia en solitario la pasividad de las autoridades en este film aparentemente lineal y previsible que resulta estar en realidad habitado por personajes complejos, cada uno con sus miserias e íntimas motivaciones, sin caer en el tópico enfrentamiento entre buenos y malos de una pieza.
Nos hallamos en un típico poblado sureño, seguramente envenenado por el racismo, en el que una madre que no es perfecta, abatida por el dolor y el remordimiento, reclama justicia mediante el inusual procedimiento de utilizar tres vallas publicitarias para exponer sus exigencias en orden a la detención y castigo del culpable de su desgracia. Se percibe en este tenso ambiente mucha violencia y malos modos, unos cáusticos diálogos y un cinismo sin límites. Se trata de una película muy bien filmada que engancha al espectador con unos planos, un ritmo y unos intérpretes que destacan de manera especial. Aquí vemos seres humanos con sus muchas flaquezas y hay un final abierto que se plantea el alcance moral que tiene toda venganza. Los méritos de la película la pueden colocar muy probablemente en las listas de las más originales y destacadas del año.
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