(3) LOGAN, de James Mangold.

EL OCASO DE LOS MUTANTES
El presente film protagonizado por Lobezno —tercero dedicado a él en exclusiva tras X-Men Orígenes: Lobezno (2009) y Lobezno inmortal (2013), aunque ha aparecido a lo largo de toda la franquicia X-Men— es al cine como el Batman: The Dark Knight Returns (1986) de Frank Miller al cómic: un salto evolutivo del (sub)género superheroico que logra dotar de mayor ambigüedad moral, violencia y oscuridad a los personajes, en una visión crepuscular de los mismos. Hasta el punto de que apenas se asemeja a una película de superhéroes.
Esta insólita madurez a la hora de profundizar en el Universo Cinematográfico Marvel demuestra que esta temática no es exclusiva de un público juvenil. En Logan los “buenos” no lo son tanto y los villanos no quieren destruir el mundo. Los héroes matan y se pasan las leyes por el forro. Su espíritu heroico se ha marchitado en un “sálvese quien pueda” enmarcado en un contexto venidero adverso para los mutantes: casi extintos porque no ha nacido ninguno en décadas, los que quedan —el Profesor-X, por ejemplo— han envejecido hasta convertirse en tristes parodias de su glorioso pasado. El protagonista deberá, no obstante, salir de la apatía y la decrepitud para salvar a unos jovencísimos “nuevos mutantes” con el fin de preservar su especie.
No es una idea original, pues la historia se inspira en la célebre miniserie Old Man Logan dibujada por Steve McNiven y escrita por Mark Millar, una epopeya apocalíptica al estilo Mad Max protagonizada por un Wolverine viejo y rechoncho que sobrevive en un futuro distópico. Sin embargo, su estética decadente, su descarnada exhibición de violencia y su desvergonzada capacidad de auto-referenciarse en sentido crítico —Logan se burla de los cómics Marvel que le retratan afirmando que la mitad de lo que dicen es mentira y el resto medias verdades; un guiño irónico a sus lectores— hacen de Logan un magnífico corolario de sus aventuras cinematográficas, una emotiva despedida de un Hugh Jackman que tras 17 años encarnando al personaje quiere dejarlo por todo lo alto. De aquella X-Men (2000) y sus secuelas ya no queda nada. Hemos pasado del vulgar tebeo a la eminente novela gráfica.
Leave a reply
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.