(3) EL DÍA MÁS FELIZ EN LA VIDA DE OLLI MÄKI, de Juho Kuosmanen.

EL DULCE SABOR DE LA DERROTA
Producción finlandesa con la que debuta en el largometraje Juho Kuosmanen, El día más feliz en la vida de Olli Mäki ganó el premio Un certain regard en el festival de Cannes pese a constituir una modesta producción rodada en blanco y negro con cinta Kodak de 16 mm., un formato especial elegido para aproximar el aspecto de las imágenes del film a la época en que transcurre la historia contada, situada en el verano de 1962.
La película es un biopic, la peripecia real del boxeador de peso pluma Olli Mäki que, tras numerosas victorias como aficionado, se enfrentó al campeón del mundo, el estadounidense Davey Moore, recibiendo una paliza que le hizo perder el combate en el segundo asalto. No obstante, el púgil finlandés siguió peleando varios años más hasta el punto de proclamarse campeón de Europa de su categoría en 1964.
El realizador apenas insinúa la condición de panadero comunista del protagonista pero destaca especialmente su amor por Raija, la que fue su novia y esposa, haciendo coincidir el combate con el compromiso amoroso de la pareja y la compra de los anillos para la boda.
Todo esto puede parecer cursi e inventado pero a Olli no parecía importarle tanto la fama y el dinero como seguir su propio camino hacia la felicidad. De hecho, su carácter tímido y sensible así como su pequeño cuerpo no le convertían en el típico macho arrollador presente en la mayoría de películas sobre el deporte del cuadrilátero y las cuerdas.
La realización del film es sencilla, directa, sobria y funcional, siempre ajustada a las exigencias del guión sin tomar vericuetos narrativos secundarios ni preocuparse por la brillantez estética del producto. Y como anécdota curiosa, la pareja de ancianos que pasa junto a los protagonistas en la última escena son en realidad Olli y Raija, los auténticos inspiradores de la película.
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