(2) INFIERNO AZUL, de Jaume Collet-Serra.

LA BELLA Y LA BESTIA
El séptimo largometraje de Jaume Collet-Serra rinde un manifiesto y sincero homenaje a Tiburón (1975), el ya clásico film de Spielberg. Y no solo por estar protagonizado por un gigantesco escualo que desata el terror en una playa turística sino porque en él se aprecian, sutilmente, algunas habilidades narrativas del rey Midas de Hollywood, especialmente en el manejo del suspense y del terror.
La historia, sin embargo, no destaca por su originalidad. Una joven —que trata de superar la pérdida de su madre— acude a una solitaria playa mexicana para practicar surf, quedándose atrapada en un islote a sólo 100 metros de la costa tras sufrir el ataque de un gran tiburón. Para sobrevivir deberá hacer uso de su ingenio y su coraje, enfrentándose ella sola a una feroz máquina de matar.
Los géneros de aventura y de terror han explorado en numerosas ocasiones el sempiterno enfrentamiento entre humano y animal, siendo el mencionado depredador un frecuente antagonista. Pero ninguna película ha alcanzado el interés de Tiburón, una de las obras más destacables del cineasta estadounidense.
El catalán afincado en Hollywood ha logrado, en ese sentido, configurar un entretenido relato de supervivencia con abundantes dosis de tensión dramática. Pero para darle el formato comercial ha debido alargar con no poco artificio el metraje. Infierno azul hubiera sido un sensacional mediometraje de 30 minutos de duración, pero para llegar a los casi 90 minutos que tiene ha debido introducir varias tramas absolutamente prescindibles; como la entrañable relación de la protagonista con una gaviota herida a la que ayuda a curar el ala o los frecuentes recuerdos en forma de flashbacks de su querida madre. Además, Collet-Serra añade la técnica del found footage para justificar el uso de cámaras y móviles que le permiten finalmente recibir ayuda.
Quizás la resolución del combate entre inteligencia y brutalidad no asombre al público, de hecho resulta un poco forzado. Eso sí, muy espectacular. Aún así, Infierno azul garantiza pasar un rato pegado a la butaca en su condición de aceptable producto de serie B.
Leave a reply
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.