(1) UN ESPÍA Y MEDIO, de Rawson Marshall Thurber.

DISPARATADA BUDDY MOVIE
Trato de imaginarme esta película protagonizada por otro actor dando vida al musculoso agente de la CIA que sufrió bulling por su obesidad en época escolar, y la verdad es que no logro ponerle otro rostro que el de Dwayne “The Rock” Johnson. Sin duda, Un espía y medio está concebida para su lucimiento.
El actor californiano de raíces samoanas, conocido fisiculturista y ex luchador profesional, ha adquirido una enorme popularidad como action man pero también ha revelado en numerosas ocasiones sus innegables dotes cómicas, alcanzando tal notoriedad que su participación es sinónimo de éxito. Muchos lo comparan con Arnold Schwarzenegger, siendo uno de los actores más cotizados actualmente en Hollywood.
Buddy movie de manual, Un espía y medio es una disparatada comedia con hechuras de thriller cuyo eje narrativo, salvando una trama detectivesca tan manida como cansina, es la hilarante relación entre un corpulento policía federal traumatizado por una cruel inocentada de instituto y un anodino contable otrora estrella juvenil que aspiraba a comerse el mundo. Ambos se ven envueltos en un caso de robo de información sensible por el que serán perseguidos tanto por los buenos como por los malos.
Desafortunadamente, Un espía y medio fracasa por su indecisión, al moverse en una calculada ambigüedad entre dos géneros de esencias y ritmos dispares. Podría haber funcionado como una simpática comedia sin el argumento policíaco; habría convencido al público adepto con mayores dosis de una acción menos rutinaria. Pero en conjunto queda como un discreto y liviano producto de entretenimiento que cumple superficialmente con su función, previo paso por taquilla.
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