(3) DESDE ALLÁ, de Lorenzo Vigas.

EL PADRE AUSENTE
Debut en el largometraje del venezolano Lorenzo Vigas (Mérida, 1967), autor de varios documentales para TV, que con Desde allá obtuvo el León de Oro en el festival de Venecia 2015. Esta coproducción entre Venezuela y México, en la que un solitario Armando, dueño de un negocio de prótesis dentales, paga a chicos jóvenes para llevarlos a su casa, mirarlos a distancia y satisfacer en solitario sus deseos eróticos, aparenta ser uno más de los abundantes relatos sobre homosexuales que ahora ya pueden construirse en cine, pero sus intenciones van mucho más lejos. La mirada del realizador sobre las peculiares relaciones entre Armando y Elder, un pandillero adolescente de los barrios bajos de Caracas, es más seria y profunda, por ejemplo, que la excesivamente mística de Luchino Visconti en Muerte en Venecia (1971) o que la del afectado Pedro Almodóvar, cautivo de su obsesión por el sensacionalismo melodramático.
Lorenzo Vigas, en efecto, nos habla de la ausencia y la necesidad de los sentimientos desde una perspectiva dominada por la dolorosa sensación de la ausencia del padre. Es muy probable que el rico anciano que Armando observa siempre de lejos sea su propio progenitor, del que sólo parece tener recuerdos traumáticos, quizás debido a abusos sexuales sufridos durante su infancia. El primer encuentro, distante, frío y violento, entre los dos protagonistas va convirtiéndose poco a poco en un contacto más afectivo e íntimo pues también el joven Elder vive lejos de su padre y está necesitado de un cariñoso apoyo.
En el guión ha colaborado Guillermo Arriaga —realizador de Lejos de la tierra quemada (2008)— y el estilo narrativo de Desde allá nos remite al ascetismo formal y la profundidad moral del polaco Krzysztof Kieslowsky, de quien Lorenzo Vigas ha heredado la austeridad expresiva, el dramatismo contenido, cierta ternura y una narración elíptica cargada de sugerencias.
Armando y Elder son dos seres psicológicamente castrados que no saben relacionarse afectiva ni físicamente con los demás, por lo que más allá de una atracción sexual lo que hay en el film es la búsqueda de una relación paterno-filial que les aporte calor humano, compañía y seguridad. Rodada por orden cronológico para reflejar con mayor fidelidad el surgimiento y desarrollo de la empatía entre los protagonistas, la película refleja muy bien, como telón de fondo socio-político, la crisis económica que afecta al país venezolano, la creciente separación entre ricos y pobres y el clima machista y homófobo que allí se respira.
Buenas interpretaciones las del veterano actor chileno Alfredo Castro y la del novel Luis Silva.
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