(1) AGENTE CONTRAINTELIGENTE, de Louis Leterrier.

EL BRAZO TONTO DEL ESPIONAJE
Sacha Baron Cohen prescinde de su realizador habitual, Larry Charles, con quien procreó tres de sus “magnas” obras —léase con ironía: Borat (2006), Brüno (2009) y El dictador (2012)— para parodiar el sofisticado y glamuroso mundo del espionaje configurando una burda caricatura del mítico James Bond que recuerda más a la figura cutre y esperpéntica de Torrente, el odioso pero carismático personaje creado por Santiago Segura. La elección de Louis Leterrier como director de Agente contrainteligente no es baladí pues a pesar de apostar obviamente por el lado humorístico del relato, el film posee numerosas escenas de acción resueltas con cierto desparpajo.
Baron Cohen sigue siendo el rey de lo políticamente incorrecto repitiendo la fórmula de éxito de sus anteriores films: una ágil sucesión de sketches basados en chistes soeces y vulgares sobre sexo y escatología, gratuitas difamaciones sobre personajes famosos e hirientes ofensas de todo tipo. No hay nada ni nadie que salga indemne de sus zafios dardos cómicos. ¿Qué es lo que gusta tanto de su filmografía? Pues posiblemente que al atentar contra nuestro buen gusto no hace sino resaltar nuestros propios defectos, retratar nuestro lado más incivilizado y denunciar la hipocresía de cierto snobismo cultural que osa dictaminar lo que es bueno y lo que no lo es. Pero más allá de estas cavilaciones, la filmografía de este actor, humorista y escritor británico incluye demoledoras puyas contra personalidades, colectivos sociales, discursos políticos y todo aquello que huela a autoridad, convencionalismo o normativa. Es un alborotador nato capaz de provocar la vergüenza ajena pero también de rendir al más impertérrito de los asistentes en cada nueva gamberrada cinematográfica.
Lo que más sorprende es que pretendiendo crear la película más grosera y chabacana de la Historia al mismo tiempo logra alcanzar con su inimitable estilo un categoría propia de comedia, tan extravagante y desmadrada como desternillante. Tendrá sus adeptos, sin duda.
Leave a reply
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.