(2) LEJOS DEL MUNDANAL RUIDO, de Thomas Vinterberg.

TRES PRETENDIENTES
Pude ver y comentar la adaptación que John Schlesinger hizo de la novela Lejos del mundanal ruido (1874), del escritor británico Thomas Hardy (1840-1928), una superproducción de MGM con guión de Frédéric Raphael y participación como principales intérpretes de Julie Christie, Terence Stamp, Perter Finch y Alan Bates. La película se realizó en 1967 y en enero del siguiente año llegó a la pantalla del cine Oeste de Valencia.
La nueva versión ahora estrenada sólo dura 119 minutos y ha sido podada sin restar importancia a la ambientación rural de la época victoriana (1870) y a algunos detalles realistas aunque se haya simplificado el retrato psicológico de los tres protagonistas que pretenden en matrimonio a la señorita Betsabé: el maduro hacendado, el militar mujeriego y el antiguo granjero de ovejas, un joven apuesto, honrado y trabajador.
Más que un remoto antecedente de la mujer feminista, la protagonista es una chica independiente y precavida que nunca toma la iniciativa y que se limita a optar entre las diversas posibilidades que se le ofrecen. Su sensibilidad femenina no encaja bien con el lenguaje directo y con la tosquedad de las conductas masculinas. En el relato fílmico han eliminado las complicaciones argumentales y los excesos sentimentales dando mayor importancia a la situación social y patrimonial de las personas, pudiendo percibirse también que Thomas Vinterberg ha ido abandonando las osadías y provocaciones del movimiento “Dogma 95” para operar con un academicismo plenamente integrado en la industria audiovisual. Todo ello a costa de un cierto esquematismo en el desarrollo de los personajes, con un esqueleto narrativo que hace muy evidentes algunos arbitrarios giros de conducta y cambios de situación.
Se trata de una historia de relaciones afectivas que se mantiene en un nivel bastante costumbrista y epidérmico, todo un universo de valores y de apariencias —conservador y puritano— que fue dinamitado por la mirada moderna y analítica de Harold Pinter en El mensajero (Joseph Losey, 1970).
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