(4) EL PASADO, de Asghar Farhadi.

SECRETOS Y MENTIRAS
La enorme calidad fílmica de este sexto largometraje del iraní Asghar Farhadi (Ispahán, 1972) no debería sorprendernos después de haber visto las excelentes A propósito de Elly (2009) y, sobre todo, la multi-premiada Nader y Simin, una separación (2011). El pasado fue rodada en las afueras de París, en un modesto barrio, lugar donde se desarrolla un complejo y profundo drama familiar, con variedad de personajes y de conflictos, con parejas desestructuradas y de distinta procedencia nacional, con hijos de diferentes padres, con rupturas matrimoniales, amores difíciles y embarazos que configuran un relato tan lúcido como emotivo.
Al logro de esta magnífica película —hecha sin concesiones— han contribuido no sólo Bérénice Bejo —premio a la mejor actriz en Cannes 2013, a la que ya conocíamos por The Artist (2011)— y Tahar Rahim —intérprete de Un profeta (2009), de Jacques Audiard— sino especialmente la perfección narrativa del cineasta persa, con unos diálogos precisos, una dirección de actores llena de matices, una planificación tan expresiva como equilibrada y un montaje meticuloso que le sirven para alcanzar un dramatismo extremo, con unos seres humanos cuyas palabras y miradas se entrecruzan como afilados dardos que impactan en la sensibilidad del espectador. Y, como en anteriores ocasiones, los niños tienen una importante presencia testimonial, como víctimas inocentes de una realidad cotidiana marcada por las dudas, las contradicciones y los sufrimientos de las personas adultas.
Un film sobre encrucijadas morales y afectivas en el que Farhadi no toma partido sino que se limita a mostrar minuciosamente los conflictos para que sea el espectador el que conteste a las cuestiones planteadas. Con una objetividad aparentemente espontánea pero fruto de un aplicado trabajo, El pasado nos ofrece más apariencias que evidencias y más interrogantes que afirmaciones, sin olvidar nunca la huella dejada por las vivencias anteriores.
Y en medio de toda la confusión de sentimientos, ocupaciones y parentescos, sólo Samir —el ex marido de Marie— parece evidenciar cierta sensatez y serenidad, actuando como “catalizador” en las relaciones entre los personajes, aunque el realizador haya declarado que prefiere ante todo la sinceridad de las mujeres.
Leave a reply
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.