(1) ALABAMA MONROE, de Felix van Groeningen.

UNA TRAGEDIA FAMILIAR
Pese a los premios y reconocimientos internacionales cosechados por esta película belga, confieso mi escaso entusiasmo ante lo que considero un dramón de tomo y lomo, altamente deprimente, que ni tiene la elegancia estilística de los buenos melodramas ni la solidez contextual de los más destacados relatos sociales.
Una serie de flash-backs, utilizados de forma más mecánica que enriquecedora, nos muestra el flechazo amoroso entre Elise y Didier, la larga convivencia de la pareja y el inesperado nacimiento de su hija Maybelle, aquejada tempranamente de un tumor cancerígeno. La película combina la tragedia familiar —enfermedad, muerte y autodestrucción— con la devoción por los tatuajes de la mujer y la interpretación de música country —aquí llamada bluegrass— en un explícito homenaje al estado de Alabama, sito en el noreste de EE. UU. junto al golfo de México, y al mítico cantante Jill Monroe.
Alabama Monroe es adaptación de una obra teatral de Johan Heldenbergh, que plantea el importante papel del destino con el choque entre la razón y la fe, entre la lógica y la religión, aunque también se ocupa de dramatizar el proceso de pérdida y de duelo en las personas, desde la no aceptación y la rabia al sentimiento de culpa y los reproches mutuos hasta desembocar frecuentemente en la separación de la pareja y ocasionalmente en el suicidio de alguno de sus miembros.
Lo que choca bastante aquí es la extravagancia del grupo social belga tan fuertemente ligado a la genuina cultura norteamericana, mostrando su adoración por un tipo de música popular caracterizado por su carácter conservador —cuyo lema sería “dios, patria y familia”—, cuando el núcleo temático de la obra se materializa en el contraste entre la condición de creyente de Elise y el escepticismo de Didier, un dilema de alcance teológico que impulsa a éste a preguntarse por qué la infinita bondad de Dios permite la tragedia y el sufrimiento en este mundo mientras Elise intenta en vano superar su angustia y dolor con la creencia en una vida mejor en el más allá. Todo muy etéreo y trascendente.
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