(3) LA BICICLETA VERDE, de Haifaa Al Mansour.

SER MUJER EN ARABIA SAUDÍ
Esta coproducción germano-saudí, la primera película dirigida por una mujer en este reino arábico y con una industria cinematográfica prácticamente inexistente, me ha llevado a evocar mi más remota infancia en el pueblo cuando, hacia 1947, se pusieron de moda por vez primera las bicicletas para chicas, dotadas de una especial estructura que les permitía el uso de faldas, aunque pude observar con extrañeza que la población femenina había dejado repentinamente de pasearse con ellas. Más tarde supe que el párroco había considerado impúdica esta actividad, seguramente por poner al descubierto alguna fracción de la pantorrilla o por el pecaminoso roce del sillín con la entrepierna al pedalear.
La bicicleta verde es un sencillo relato sobre la vida cotidiana, al modo de algunas magníficas muestras del cine iraní, protagonizada por una niña de 10 años de la capital Riyad, espontánea y decidida, cuya máxima ilusión es adquirir y montar en bicicleta, lo que choca con las normas restrictivas de una sociedad feudal regida por un monarquía absolutista que esclaviza a las mujeres de todas las edades en virtud de una lectura represiva del Corán.
La realizadora Haifaa Al Mansour, con estudios superiores en Egipto y Australia así como autora de varios cortometrajes, procede sin embargo de una familia liberal pero ha retratado todo este mundo de prohibiciones con la intención de contribuir al progreso de su país, mostrando aquí a las niñas sometidas a interminables clases de religión y obligadas a casarse con maridos elegidos por sus padres.
En este contexto forjado por múltiples privaciones para ellas, la bicicleta se convierte en símbolo de liberación femenina, como sugiere su bella secuencia final. Sin duda hay en el relato no pocos datos autobiográficos de la infancia de la cineasta, con las mujeres y las niñas saudíes sojuzgadas por hombres privilegiados y otras mujeres alienadas que no están contemplados, sin embargo, con especial rencor sino como desfasadas piezas de un sistema atávico muy tradicional y especialmente benevolente con la poligamia y con la infidelidad masculina. No hay en el film reivindicaciones de carácter político, que difícilmente serían toleradas, sino una entrañable mirada sobre un universo de sentimientos y de actitudes que se contempla como necesitado de una evolución hacia la modernidad.
Leave a reply
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.