(3) 15 AÑOS Y UN DÍA, de Gracia Querejeta.

EFERVESCENCIA ADOLESCENTE
En su sexto largometraje de ficción como realizadora, Gracia Querejeta insiste en la descripción del vasto y complejo universo familiar, un ámbito de la existencia humana repleto de alegrías y bondades, pero también de conflictos, miserias y contradicciones, aspectos que ya abordó en Cuando vuelvas a mi lado (1999), Héctor (2004) o Siete mesas de billar francés (2007).
En 15 años y un día, Biznaga de Oro a la Mejor Película en el pasado Festival de Málaga, la cineasta madrileña retrata la quintaesencia adolescente, ese estado transitorio de alteración hormonal y psicológica entre la adolescencia y la pre-madurez caracterizado por la búsqueda de la identidad personal bajo contradictorios comportamientos que oscilan del infantilismo a la toma progresiva de conciencia y de la rebeldía contra la autoridad de los adultos a la asunción gradual de responsabilidades.
El problemático Jon, en plena “edad del pavo”, es expulsado del colegio por su mal comportamiento. Como castigo, su madre decide mandarle una temporada con su abuelo, un militar retirado, que ahora vive en un pueblo de la Costa de la Luz. Ello da pie al paulatino redescubrimiento de ambos, desarrollándose una dificultosa relación entre generaciones que, a la vez que pone de manifiesto la enorme distancia existente entre la juventud actual y los más mayores, también evidencia el necesario reencuentro para compartir experiencias y conocimientos enriquecedores.
Se le podrá reprochar que haya en la trama un exceso de elementos aparentemente anecdóticos o circunstanciales, pero debe reconocerse que nos encontramos ante un relato sincero y honesto, sensible ante una realidad conflictiva y emocionalmente inestable en la que, como a lo largo de la filmografía de la directora, tienen mucho que ver y decir los sentimientos. Sin embargo, más allá de esas limitaciones, la película rebosa de interrogantes y acertadas observaciones que matizan con asombroso rigor un drama coral poblado de personajes tridimensionales que destilan humanidad. En este sentido, los actores protagonistas, entre los que destacan Maribel Verdú, Tito Valverde y Belén López, cumplen a rajatabla con los retos de sus personajes, transmitiendo sus frustraciones y peculiaridades, dotando de complejidad las psicologías de cada uno.
Profesional de probada eficiencia, dilatada experiencia y demostrada calidad artística, Gracia Querejeta narra en 15 años y un día un entretenido y sensible cuento estival donde la madurez se alcanza tras sufrir un traumático suceso, asumiendo con talento los códigos del melodrama añadiendo toques de comedia que no frivolizan la trascendencia de lo mostrado. Menos interesante se me antoja la trama criminal, pero la radiografía de la adolescencia y de las relaciones paterno-filiales alcanza en el cine intimista de Querejeta un nivel difícilmente asequible.
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