(3) SÓLO ES EL PRINCIPIO, de Jean-Pierre Pozzi y Pierre Barougier.

PEQUEÑOS FILÓSOFOS
Siguiendo la línea marcada por el documental Ser y tener (2002) y otros magníficos ejemplos de ficción que retratan el mundo de la escuela —me estoy refiriendo a Hoy empieza todo (1999), de Bertrand Tavernier, y a La clase (2008), de Laurent Cantet—, el insólito experimento perpetrado por Jean-Pierre Pozzi y Pierre Barougier es un emotivo y divertido homenaje a la educación pública francesa que resalta la importancia que tiene enseñar a los niños a pensar por sí mismos desde la más tierna infancia.
La simpleza argumental de este valioso film, una sucesión de comentarios frente a la cámara de un grupo de niños de entre 3 y 4 años mientras realiza un taller de Filosofía en el que se les incita a reflexionar sobre temas tan abstractos como la libertad, el amor, la pobreza y la muerte, no merma su interés ni oculta el trabajo que hay detrás, pues Sólo es el principio ha requerido muchísimas horas de rodaje y un laborioso proceso de selección de imágenes para dar forma definitiva a este curioso documental, quizá excesivamente pretencioso en sus planteamientos pero enormemente pedagógico en sus conclusiones.
El resultado de alentar el debate en los protagonistas ha sido plenamente satisfactorio porque además de comprobarse la evolución favorable de los chavales, cada vez más dispuestos al intercambio de ideas y a hacerse preguntas —pese a su corta edad, demuestran que también piensan sobre asuntos más o menos elevados, aunque lo expresen con la sencillez y la ingenuidad propia de su escasa experiencia—, el film plasma la realidad de la inmigración y de la cada vez mayor diversidad de la sociedad francesa en concreto y europea en general.
Leave a reply
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.