(3) MÁTALOS SUAVEMENTE, de Andrew Dominik.

AMERICAN GANGSTER
El tercer trabajo tras las cámaras de Andrew Dominik, tras Chopper (2000) y El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford (2007), es la libre adaptación de la novela publicada en 1974 Cogan’s Trade, del escritor y periodista especializado en el género noir George V. Higgins. Un visionario que, describiendo con detalle el mundo del hampa, anticipó la decadencia de un sistema corrompido por la ambición y la avidez por el dinero.
Mátalos suavemente es un thriller oscuro, violento y certero con ínfulas de sátira en el que destacan unos elaborados e ingeniosos diálogos así como unas actuaciones más que convincentes. Resulta inevitable no recordar a Martin Scorsese, a Quentin Tarantino y a los hermanos Coen, lo que enfatiza su valor fílmico a pesar de no aportar nada nuevo ni sorprendente.
Contextualizada en una América sacudida por la crisis económica actual, y en el marco de la llegada de Obama a la presidencia de los Estados Unidos, Mátalos suavemente centra su discurso en una sugerente idea: todo es un negocio, incluso la delincuencia y el asesinato. El crimen se muestra aquí como síntoma de la perversión moral de la primera potencia mundial, consecuencia del caos económico provocado por una doctrina ultraliberal que convierte la sociedad en una jungla donde sólo sobrevive el más fuerte. “América no es un país, es un jodido negocio”, sentencia el protagonista a modo de epítome.
Brad Pitt da vida a Jackie Cogan, un sicario de la mafia de Nueva Orleans encargado de dar caza a los autores, dos rateros de medio pelo alentados por un “listillo” que codicia un dinero ajeno, de un robo a los capos de la zona mientras celebraban una partida ilegal de póker. Mientras se oyen los discursos de George Bush Jr. y de Barack Obama como llamativa banda sonora, asistimos al diligente trabajo, realizado “suavemente” como afirma el título del film, del citado asesino a sueldo, lo que nos permite pasearnos por un ambiente sórdido y extremamente violento pero muy real.
A nivel narrativo, Mátalos suavemente exhibe un dominio ejemplar de la tensión dramática, con un suministro de acción dosificado en pequeñas pero contundentes dosis, mientras que priman los diálogos por encima de las situaciones. La caracterización de personajes se completa con unas interpretaciones colosales.
Recomendable película, pues, que no pasará desapercibida para los amantes del cine de gángsters contemporáneo.
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