(0) AMERICAN PIE: EL REENCUENTRO, de John Hurwitz y Hayden Schlossberg.

MÁS VIEJOS PERO NO MÁS CUERDOS
Sin obviar la trascendencia de su título fundacional Desmadre a la americana (1978) y sus numerosas e insípidas imitaciones, la comedia teenager adquirió entidad propia con American Pie (1999), el origen de una esperpéntica saga que marcó la juventud de un cuantioso público adolescente obsesionado con el sexo y la escatología. 13 años después, sus protagonistas vuelven a juntarse en American Pie: El reencuentro con la excusa de una reunión de antiguos alumnos, un evento social tan frecuente como desgastado en el cine USA.
Respetando escrupulosamente las esencias del citado subgénero, con ese humor zafio tan característico, el film de los mediocres directores John Hurwitz y Hayden Scholssberg –responsables de la más que olvidable Dos colgaos muy fumaos: Fuga de Guantánamo (2008)– intenta mantener el tono gamberro y provocador de su referente original pero basándose, como aquél, en una vulgaridad intelectual que hiere la sensibilidad y el buen gusto de gran parte de la población. El resultado es un film que sólo agrada a sus nostálgicos seguidores, aquellos individuos aquejados de cierto síndrome de Peter Pan que se niegan a madurar y disfrutan con unos gags tan simples como previsibles, apelando a sus instintos más primarios. Desde luego, no hay que subestimar el poder evocador de la nostalgia.
Se vislumbra, en el fondo, un exiguo intento de profundizar en el retrato de unos personajes que han sufrido como cualquiera el paso del tiempo, añadiendo algunas breves reflexiones sobre la necesidad de madurar, de tomar decisiones vitales y de sentar la cabeza. Los protagonistas ya no son los alocados quinceañeros de antaño, sino gente con trabajo o sin él, con pareja o sin ella, pero con necesidades tanto afectivas como sexuales. Resumiento, treintañeros en una etapa decisiva en sus vidas. Sin embargo, ello no significa un cambio de paradigma en esta saga: American Pie: El reencuentro no abandona su condición de mero entretenimiento pueril ni aspira a representar realidades complejas ni sutiles. Para nada.
Leave a reply
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.