(2) LA PESCA DEL SALMÓN EN YEMEN, de Lasse Hallström.

PESCANDO EN EL DESIERTO
El realizador sueco afincado en EE.UU. Lasse Hallström se ha erigido en uno de los principales valedores de ese cine esencialmente comercial caracterizado por un sofisticado envoltorio y por la apelación constante a los sentimientos, mezclando con inusitado talento elementos tanto dramáticos como cómicos en la búsqueda incesante de un amplio espectro de público. Sin embargo, alejado de sus mejores obras como Las normas de la casa de la sidra (1999) y Chocolat (2000), Hallström se había dejado llevar en sus últimos films por un burdo maniqueísmo y por el sentimentalismo más esquemático, poniendo en peligro su trayectoria ascendente dentro de la industria de cine estadounidense.
La pesca del salmón en Yemen, coproducción británico-estadounidense, recupera sin embargo parte de las virtudes que lo encumbraron en Hollywood, fundamentadas en la moderación y el equilibrio entre el sustrato psicológico de sus personajes y el marco espacio-temporal en el que se desarrollan. Esto es, prioriza la coherencia del personaje en su contexto al desbordamiento trágico de su desdicha propio del melodrama más empalagoso, ganando su filmografía en consistencia y en credibilidad. En este film en cuestión los conflictos del país, la firme voluntad del jeque árabe para introducir el salmón en Yemen con todas las dificultades de ese en principio disparatado proyecto y el oportunismo británico que convierte una anécdota en un asunto de estado proporcionan cierta complejidad al argumento, renunciando lamentablemente a profundizar en el género de aventuras.
La historia comienza cuando al doctor Alfred Jones, miembro del Centro Nacional para el Fomento de la Piscicultura, se le encarga estudiar la posibilidad de introducir el salmón en Yemen, propuesta inspirada por un acaudalado jeque árabe empeñado en fomentar la pesca del mencionado pez en el desértico país. Enseguida rechaza la idea por rocambolesca. Sin embargo, el disparatado proyecto capta la atención de una ambiciosa asesora del primer ministro, que ve en él una excelente oportunidad para mejorar el prestigio del Reino Unido en Oriente Medio. Cuando el proyecto se pone en marcha, el doctor Jones se ve obligado a reconsiderar su dictamen inicial y a colaborar con la joven y atractiva representante del jeque.
Se podrá reprochar que todo se reduce a una hermosa historia de amor, envuelta además en unos paisajes de indudable belleza y exotismo. Pero La pesca del salmón en Yemen destaca por la cuidada construcción de personajes, para nada superficiales, dotados de manías y excentricidades que, además, evolucionan adaptándose a las circunstancias. Vale la pena subrayar la interpretación de Kristin Scott Thomas, Ewan McGregor y Emily Blunt, pues logran enriquecer tridimensionalmente a los mismos con abundantes recursos actorales.
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