(1) COLOMBIANA, de Olivier Megaton.

ENSALADA DE TIROS
Adscrito a un cine de acción atiborrado de tiros y explosiones, el cineasta galo Luc Besson ha financiado y escrito el guión de Colombiana, una típica historia de venganza protagonizada por una atractiva joven colombiana que, tras sobrevivir al asesinato de sus padres y huir a Estados Unidos, se convierte con los años en una letal asesina para vengar sus muertes. El cómplice de esta apología de la violencia se llama Olivier Megaton, realizador de endebles films que comparten su adicción por el ritmo trepidante y por la acción más espectacular.
Versión afroamericana de Nikita, dura de matar (1990), lo mejor del film es que carece de pretensiones y aspira únicamente a entretener. Rodeada de polémica por reforzar los estereotipos de Colombia como un país poblado de asesinos y narcotraficantes, Colombiana apenas se sustenta con las contenidas interpretaciones de sus protagonistas, una Zoe Saldana convertida en una improbable máquina de matar y un Jordi Mollà encasillado ya en papeles de lugarteniente del villano de turno. Pero lo peor es, como suele ser habitual en este tipo de producciones, la escasa credibilidad de la historia, lo forzado de las situaciones y la férrea convicción de que el público es tonto y se traga lo que sea. La taquilla dirá.
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