ROBERTO SANTIAGO, DIRECTOR DE “¿ESTÁS AHÍ?”

“ES MUY SANO REÍRSE DE LOS AVATARES DE LA VIDA”
El director, guionista y novelista madrileño Roberto Santiago regresa a la gran pantalla con ¿Estás ahí?, una comedia agridulce sobre el amor y la muerte basada en la obra teatral homónima del escritor argentino Javier Daulte. El film trata sobre la complicada convivencia de una joven pareja enfrentada a un grandísimo inconveniente… ella está muerta y es un fantasma. Cuenta para ello de dos jóvenes pero experimentados actores, como son el actor donostiarra Gorka Otxoa, conocido por su papel protagonista en Pagafantas (2009), y Miren Ibarguren, procedente del mundo de la televisión. Roberto Santiago alcanzó la fama con su divertida parodia futbolística El penalti más largo del mundo (2005), y luego realizó otras comedias menores como El club de los suicidas (2007) y Al final del camino (2009).
¿La pregunta del título tiene un doble sentido?
Creo que ese interrogante es esencial. El título hace referencia a que en todas las relaciones personales la comunicación tiene muchos niveles y no siempre somos capaces de apreciarlos en toda su complejidad, de vernos y entendernos plenamente. La película muestra unos personajes invisibles o fantasmagóricos con los que establecer contacto es complicado, pero todo ello no es más que una alegoría de nuestra vida cotidiana. Debido al ritmo de vida actual no tenemos ni tiempo ni energía para desarrollar unas relaciones personales plenas e intensas. Estar ahí es lo básico para entablar una comunicación, y mucha gente no lo está.
Bajo el formato de una comedia ligera, el film habla de cosas más profundas.
Cuando me plantearon adaptar al cine la obra teatral del dramaturgo argentino Javier Daulte, estuve leyendo su guión mucho tiempo intentando sacarle todo el jugo posible para tener muy claro de qué hablaba realmente. Y descubrí que bajo el innegable entramado cómico, existe una profunda reflexión sobre el amor y la pérdida de los seres queridos, describiendo la importancia, cuando no necesidad, de transitar por ese proceso llamado duelo para asimilar esa ausencia y poder rehacer la vida, mirar al futuro. Superarlo, en definitiva. Pero también la obra recapacita sobre la dificultad, a veces, de romper con el pasado. No es fácil. No nos enseñan en la escuela a enfrentarte a los golpes que te da, tarde o temprano, la vida.
¿Es complicado adaptar una obra teatral al cine?
Siempre es complicada esa adaptación porque teatro y cine tienen sus propias coordenadas espaciales y temporales. No obstante, he intentado ser lo más fiel al original. Ha sido inevitable realizar algún cambio, pero creo que he sido honesto con el espíritu de la letra, con el sentido de la obra escénica, que es lo más importante.
¿Qué te sedujo de la obra de Javier Daulte?
Pues que es una obra muy divertida, con personajes fácilmente reconocibles con los que es muy fácil conectar.
¿Cómo se consigue hacer reír tratando el tema de la muerte?
Sinceramente, creo que no hay ningún tema del que no te puedas reír. De hecho, creo que es muy sano tomarse los avatares de la vida, las cosas serias y dramáticas, con sentido del humor. Porque consigues relativizarlas, distanciarte. Apelo además al poder terapéutico de la risa, algo que se ha demostrado científicamente.
¿Alguna incidencia en el rodaje?
¡Qué va!, todo salió fenomenal. Es la primera vez en mi vida que ruedo una película casí íntegramente en un plató. Un 80% del largometraje se ha rodado en los estudios de la Ciudad de la Luz de Alicante. Y ello fue posible gracias a que la acción transcurre casi toda en un espacio cerrado, en el interior de la vivienda de los jóvenes protagonistas. Este tipode rodaje es muy ventajoso, ya que te permite una gran concentración porque no hay distracciones externas, ni dependes de cuestiones que están fuera de tu control, como el clima por ejemplo. Dependes exclusivamente de tu propio esfuerzo y de tu propio trabajo.
Como docto en el género cómico, ¿existe alguna fórmula de éxito?
No creo. El cine no es una ciencia exacta. Dentro de la comedia española existe una grandísima variedad. Hay muy buenas comedias pero también muy malas. Considero que no hay ingredientes mágicos que garantizan el éxito de una comedia. Pienso que lo fundamental para lograr llegar a la gente es emocionar, conmover, provocar la empatía en el espectador. Me siento comprometido, pero no con un mensaje concreto ni tampoco con una verdad moral, sino con lo lúdico. Mi misión es divertir, entretener. Espero conseguirlo con ¿Estás ahí?
Pau Vanaclocha
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