(2) HAPPYTHANKYOUMOREPLEASE, de Josh Radnor.

NEW ROMANTICS
El Festival de Sundance, especializado en el nuevo cine independiente americano (denominado indie), ha logrado lanzar a la fama en los últimos quince años a numerosos intérpretes, films y directores que abordaron el cine con una desenvoltura propia de su juventud, mezclando de forma equilibrada comedia y drama, además de utilizar con provecho los limitados medios de producción y tener que rodar en escenarios naturales. Sus temas pertenecen a la vida cotidiana, sus personajes son perfectamente reconocibles, las calles y bares que muestran son los más frecuentados y los sentimientos y conflictos que nutren sus guiones dan la sensación de pertenecer a la gente más corriente. Y sus autores normalmente han participado en algún curso especializado en narración audiovisual.
Happythankyoumoreplease es la ópera prima de Josh Radnor (Ohio, 1974), actor de cine, teatro y de series televisivas que en esta ocasión asume las tareas de protagonista, guionista y realizador. Las historias cruzadas de tres parejas de treintañeros que procuran compatibilizar amor y trabajo, intentando alcanzar una solidez tanto laboral como sentimental, son similares a las muchas que nos han mostrado el nuevo cine USA para testimoniar el difícil salto existente desde la juventid a la madurez.
Pero este film no alcanza, a mi juicio, la altura de otras muestras relevantes de cine indie, a pesar de que las características de su argumento y estilo parezcan similares. Ellos tienen profesiones liberales o artísticas, siendo su principal obsesión alcanzar el éxito y la solidez económica. Son escritores, pintores o cantantes que buscan una fama que se les resiste. Ellas, atractivas más por su juventud que por su perfección física, suspiran por un amor verdadero y definitivo. pero en esta ocasión molesta el exceso de buenos sentimientos (el niño mulato perdido y acogido por Sam) y sobre todo unos finales felices que retoman los tópicos habituales en el mundillo de las relaciones de pareja.
Happythankyoumoreplease desprende un tufillo puritano y conservador, algo sospechoso que se manifiesta en unas imágenes limpias donde se sugieren apenas (elípticamente) las escenas de sexo sin que se perciba señal alguna de haberlo practicado. Y ello pese a la atractiva música de la banda sonora, compuesta y ejecutada por bandas juveniles y solistas entre los que destaca Jaymay.
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