(3) WOMEN WITHOUT MEN, de Shirin Neshat.

IRÁN, 1953
Debut en la dirección cinematográfica de la creadora audiovisual Shirin Neshat (Irán, 1957), con residencia actual en Nueva York, que tuvo que rodar la película en Casablanca (Marruecos) tras un largo y laborioso casting entre profesionales exiliados al resultar imposible filmar en su país de origen y contratar a actores de esa nacionalidad. El film es una adaptación de la novela homónima, publicada en 1989, de la escritora Shahrmush Parsipur, afincada en California, que interpreta aquí un corto papel: el de la dueña del prostíbulo. En el guión ha intervenido también, como autor de los textos recitados en off, el poeta y crítico de arte Steven Henry Madoff.
Premiado con el León de Plata a la Mejor Dirección en el Festival de Venecia 2009, el film narra las duras peripecias de cuatro mujeres que confluyen en el Teherán de 1953, en medio de una agitada y compleja situación política, pese a pertenecer a diferentes contextos socioeconómicos, religiosos, ideológicos y culturales. La circunstancia común que las identifica es el sometimiento al varón, la falta de libertad plena y la dificultad para realizarse como personas. Impresionan, en este sentido, los tradicionales velos y túnicas negras, de gran impacto visual en los encuadres.
Como alternativa y refugio donde encontrar seguridad e independencia, las mujeres se establecen lejos de la ciudad (el exilio), en una casa de campo con frondoso jardín que, en la cultura islámica, simboliza el paraíso y la felicidad, con abundancia de agua, sombra y vegetación que enlaza coherentemente con la llamada final a la lucha solidaria y constante por la liberación femenina.
En Women without men la peripecia personal de las protagonistas está mostrada con el telón de fondo histórico del golpe de estado de agosto de 1953, organizado por la CIA, cuando EE.UU. y Gran Bretaña presionan y sobornan al ejército iraní para que destituya al primer ministro nacionalista y democrático Mossadegh y reponga al Sha Reza Phalevi, cuya dictadura favorece de nuevo los intereses petrolíferos de las potencias occidentales, temerosas además de la posible influencia soviética en plena Guerra Fría, hasta la revolución islámica de 1979.
A Women without men se le pueden achacar quizás ciertos desajustes narrativos debidos principalmente al difícil engarce estilístico tanto entre el naturalismo del relato y el tono poético de algunos fragmentos dominados por lo mágico y lo onírico, como entre su intención realista (el reportaje histórico) y una serie de elementos simbólicos tendentes a la abstracción.
A destacar finalmente el uso de una fotografía que varía desde un fuerte cromatismo (momentos de calidez y dicha) a un gris sepia (situaciones dramáticas), colores que también identifican respectivamente los fragmentos de ficción y aquellos de carácter más documental. En la banda sonora colabora el música japonés Ryuichi Sakamoto, a quien recordamos por su participación en El último emperador (Bernardo Bertolucci).
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