(3) TOY STORY 3, de Lee Unkrich.

LARGA VIDA A PIXAR
Hace ya algunos años, aprovechando el estreno de esa joya animada premiada con un Oscar titulada Wallace y Gromit: la maldición de las verduras (2005), vislumbré la consolidación de un género hasta entonces vilipendiado tanto por el sector más dogmático de la crítica como por el público adulto que, por ignorancia o prejuicio, consideraban la animación como un (sub)producto infantil. Recordaba en mi crítica que otro film animado, El viaje de Chihiro (2001), había ganado anteriormente el Oscar a la mejor película de animación y había sorprendido a todos al llevarse el Oso de Oro en el Festival Internacional de Cine de Berlín en 2002. Era un hecho: tras un largo proceso de renovación, tanto de formato –llegada de la era digital, de la mano precisamente de Toy Story (1995)– como de contenidos –historias más complejas, personajes con más carisma, temáticas más variadas, etc–, la animación había alcanzado la mayoría de edad. Estaba, por vez primera, en situación de igualdad con el resto de géneros cinematográficos. Ejemplo de ello fue el éxito de taquilla de películas como Chicken Run: Evasión en la granja (2000), Shrek (2001), La edad de hielo (2002) o la más reciente Lluvia de albóndigas (2009), que gozaron incluso del respeto de la crítica especializada.
Los aficionados a este cine estamos de enhorabuena porque Pixar, la productora subsidiaria de la Disney, sigue aportando grandes títulos a su larga lista de éxitos: a Los increíbles (2004), Ratatouille (2007), Wall-E (2008) y Up (2009) se suma ahora la tercera parte de una gran saga, Toy Story 3. Desde los primeros compases, la supremacía de Pixar queda bien clara al rozar, con una breve introducción que detalla el crecimiento del protagonista, la perfección tanto a nivel técnico como de empleo de lenguaje cinematográfico. Apenas unos minutos de los que se desprende una intensidad apenas alcanzada en la mayoría de cintas de carne y hueso actuales, que recordaría una sensacional primera parte de Wall-E y los momentos iniciales de Up. A partir de ahí, la película adquiere la forma de angustioso drama carcelario donde se despliega un sólido guión que permite conocer nuevas facetas de los protagonistas y se presentan otros nuevos dotados de una inaudita profundidad psicológica, como es el caso del oso de peluche Lotso, líder mafioso de los juguetes de la Guardería Sunnyside.
Concluyendo, Toy Story 3 es un film animado destinado tanto para niños como adultos, realizado con gran profesionalidad por gente que considera la animación como un arte más dentro de ese fascinante mundo que llamamos cine.
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