ISABEL ANDRÉS, GUIONISTA DE “HOLLYWOOD CONTRA FRANCO”

“HOLLYWOOD MANIPULÓ LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA SEGÚN LOS DESIGNIOS DE LA CASA BLANCA”
El interés por el cine y la política impulsó hace años al realizador catalán Oriol Porta a indagar sobre un tema poco conocido y, por tanto, escasamente tratado en los manuales de historia, ni siquiera los especializados en el tema: cómo reflejó la industria del cine estadounidense la Guerra Civil española y, más concretamente, cómo fue transformando el discurso de apoyo a la causa republicana durante el conflicto hacia posiciones más tolerantes, cuando no abiertamente colaboracionistas, con el régimen de Franco durante los años posteriores, en sintonía con el contexto político internacional propio de la Guerra Fría. El resultado de su investigación, tras un largo periplo provocado por la dificultad de encontrar financiación y una meticulosa labor de documentación, se resume en el estupendo documental Hollywood contra Franco, presentado en la reciente edición de la Mostra de Valencia. Aprovechando la presencia de su guionista Isabel Andrés en la capital del Turia, hablamos con ella sobre el proceso de creación del film, así como los aspectos más destacables que se denuncian en el mismo.
¿Qué impacto tuvo la Guerra Civil española en Hollywood?
Oriol Porta, Llorenç Soler y yo encontramos unas 50 películas entre 1937 y 1975 que hacen referencia directa o indirecta a la Guerra Civil, algunas de ellas sobradamente conocidas: desde Casablanca (1942) o Por quién doblan las campanas (1943), pasando por Las nieves del Kilimanjaro (1952) hasta Tal como éramos (1973), títulos que son citados con frecuencia en el documental. Sin duda, la Guerra Civil española fue un acontecimiento histórico que conmocionó al star-system de la época y precipitó un intenso activismo de actores, guionistas y realizadores, apoyando campañas contra la política de no intervención del gobierno de los Estados Unidos, participando en mítines o pagando ambulancias para el bando republicano. Hay que tener en cuenta que fue el primer conflicto bélico mediático, cubierto masivamente por el cine y la radio, lo que despertó el interés de mucha gente.
El hilo conductor es el testimonio del guionista de Hollywood Alvah Bessie, que combatió como brigadista en el conflicto. ¿Por qué él?
Alvah Bessie personifica el compromiso con la causa republicana. Su vida fue toda una aventura, pues no solamente participó en la Guerra Civil, poniendo su propia vida en peligro, sino que posteriormente sufrió, ya en su país, las consecuencias de dicha participación durante el McCarthysmo, ese triste episodio de la historia de Estados Unidos durante el cual el senador Joseph McCarthy desencadenó un proceso de delaciones, denuncias, procesos irregulares y listas negras contra personas sospechosas de ser comunistas. De hecho, fue integrante de “los 10 de Hollywood”, un grupo de personas relacionadas con la industria del cine acusado de obstrucción a las labores del Congreso de los Estados Unidos por negarse a declarar ante la Comisión de Actividades Antiamericanas, destinada a “investigar” una supuesta infiltración comunista en las filas de Hollywood. Fue un ejemplo de persona comprometida desde el punto de vista ideológico, humano y artístico.
La Guerra Fría cambió drásticamente las relaciones entre Hollywood y el bando vencedor de la Guerra Civil.
Sin duda, el miedo al comunismo de la Casa Blanca garantizó al régimen franquista su supervivencia, pues favoreció el reinicio de relaciones diplomáticas entre ambos países, rotas tras la victoria de Franco, en septiembre de 1953. Ello supuso un soplo de aire fresco para un régimen aislado internacionalmente, que abrió el camino para su reinserción en la Comunidad Internacional. El enemigo ahora era la URSS, mientras que las dictaduras de derechas eran toleradas, incluso aliadas. La administración Truman presionó a Hollywood para que tratara a la España de Franco como fiel aliada, renunciando a cualquier crítica contra ese régimen fascista. Así, Hollywood acabó manipulando la Guerra Civil española según los designios de la Casa Blanca. Si antes los golpistas eran los malos y los republicanos los buenos, a partir de entonces se cambiaron descaradamente los papeles. Y todos aquellos, guionistas y realizadores, que defendieron la causa republicana fueron tachados de traidores y comunistas, dando comienzo a la caza de brujas en Hollywood.
Desgraciadamente, el cine se dejó amordazar por la política…
Y por el dinero, no nos olvidemos. Los grandes ejecutivos de Hollywood vieron en España un mercado considerable y no era cuestión de perder posibilidades de negocio por cuestiones ideológicas. El gobierno de Franco llegó a presionar a más de un gran estudio para retratar benévolamente al régimen y satanizar a sus opositores, logrando incluso censurar al mismo Hollywood. El documental pone el ejemplo de la película de la Paramount, Por quién doblan las campanas, la adaptación al cine de la novela homónima de Ernest Hemingway. Amenazó con retirar las concesiones de distribución de sus películas en nuestro país, lo que provocó que este estudio llegara a cerrar su sede en España.
Pau Vanaclocha
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