(0) LA PROPOSICIÓN, de Anne Fletcher.

CONDENADOS A ENAMORARSE
La proposición tiene como única virtud su falta de pretensiones: no engaña a nadie porque es lo que aparenta ser, una comedia romántica sin sustancia, previsible, tópica y diseñada para la gratificación de un público mayoritariamente femenino entregado a una fe pagana: el dios Cupido y sus envenenadas flechas, la media naranja, el amor eterno y demás variantes.
Su argumento nos recuerda que el amor surge donde y cuando menos te lo esperas, ya que los protagonistas son, en principio, antagónicos. Una jefa insufrible, tiránica y prepotente, teme ser deportada a Canadá por carecer de visado en Estados Unidos, por ello obliga a un apocado y sumiso asistente a casarse con ella y arreglar el papeleo. Pero mientras se preparan para el examen anti-fraude de las autoridades, cosas del destino, descubren que están hechos el uno para el otro mientras visitan a los padres de él en la lejana Alaska, sufriendo ambos una transformación milagrosa que los convierte en una pareja perfecta.
El regreso de la actriz Sandra Bullock a la actualidad cinematográfica confirma lo que es una evidencia: su preferencia por este género no es sino una excusa para camuflar sus escasas dotes interpretativas. Servidor piensa que la fabricación en serie de historias románticas como ésta es la principal causa de la “crisis de pareja” actual.
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