(3) CHE, GUERRILLA, de Steven Soderbergh.

LA REVOLUCIÓN FRACASADA
Esta continuación o segunda parte de Che, el argentino nos retrata el reverso de la medalla del guerrillero victorioso y ministro de la Cuba castrista: su desaparición en 1965 para marchas secretamente a Bolivia con el fin de establecer allí un gran foco revolucionario que extendiera y consolidara la lucha armada por toda Latinoamérica. Como se sabe, esta coproducción oficialmente hispano-francesa tuvo un largo proceso de preparación, habiéndose dedicado años a redactar el guión y a conseguir una financiación que fue posible gracias al compromiso personal de Benicio del Toro y de Steven Soderbergh.
Resulta sorprendente que un film de estas características -recordemos los nefastos antecedentes de Paolo Heusch y de Richard Fleisher- parezca realizado de espaldas a la taquilla, no sólo sin una pizca de suspense y de espectacularidad sino también sin arengas panfletarias ni fervores partidistas. En efecto, Che, guerrilla es un relato más bien frío y distanciado, en forma de crónica dramática, de unos hechos mostrados por orden cronológico que sólo se permite esbozar análisis políticos explícitos, mediante razonamientos dialogados, en tres o cuatro momentos de su desarrollo. El predominio de planos generales y de conversaciones sosegadas confieren al film un tono de objetiva cotidianeidad ajeno por completo a la retórica propia del discurso épico.
No se priva Soderbergh de apuntar los errores y advertencias que impidieron el éxito de la magna empresa revolucionaria: los campesinos desconfiados ante la guerrilla y convertidos finalmente en delatores; el clima; el aislamiento y la falta de implicación oficial de P. C. boliviano; las enfermedades; los brotes de indisciplina y las rencillas internas, etc. El “Che” se equivocó seguramente en la aplicación de las teorías revolucionarias diseñadas para el Tercer Mundo. Junto a las condiciones objetivas (miseria, explotación, incultura, represión) debía haber considerado si le eran favorables las condiciones subjetivas (una población rural analfabeta sin conciencia de clase y asustada ante la lucha armada, incapaz de distinguir entre la legitimidad de una verdadera democracia y las prácticas dictatoriales del presidente Barrientos al servicio del imperialismo USA).
Por eso la lucidez política e histórica del film no sólo reside en la ausencia de cualquier afán hagiográfico, reafirmando la mitología del perdedor, sino simplemente en preguntarse si realmente el honesto líder guerrillero fue un héroe o un iluso, un idealista coherente o un simple visionario.
La película cuenta con un amplio reparto y resulta bastante entretenido descubrir, bajo sus respectivas caracterizaciones, a actores como Jordi Mollá, Carlos Bardem, Eduard Fernández, Óscar Jaenada, Matt Damon, Joaquín de Almeida y Jorge Perugorría.
Leave a reply
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.