(1) CORREDOR DE FONDO, de David Schwimmer.

TÍPICA HISTORIA DE SUPERACIÓN
Llama la atención el segundo largometraje del actor neoyorkino David Schwimmer, proveniente de la famosa serie Friends, no tanto por el argumento de la película, una típica historia de superación personal en el contexto de una reconciliación amorosa, sino por el lugar donde sucede la acción –Londres– y por imitar la identidad de la actual comedia británica. Corredor de fondo narra las vicisitudes de un padre fondón y fracasado que, tras haber plantado a su novia el mismo día de la boda, se plantea años más tarde reconquistarla, viéndose obligado a participar en una maratón para enfrentarse al novio deportista y triunfador de su amada. Schwimmer se maneja con soltura para poner en evidencia las diferencias culturales, económicas y sociales de los contrincantes, lo que da pie a divertidos gags en su particular duelo, y mostrar el peculiar plan de entrenamiento del protagonista, teniendo en cuenta que éste es un agente de seguridad con barriga cervecera, fumador y poco acostumbrado al ejercicio físico. Siguiendo ciertas analogías con Full Monty (1997), Corredor de fondo combina eficazmente la historia individual y el contexto social, que acaban coincidiendo en el evento deportivo, auténtico clímax de la película. Eso sí, su inclinación por el humor escatológico, los buenos sentimientos y el gratificante happy end acaba por pasar factura a la solidez de los personajes y a la credibilidad de la historia.
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