GERARDO HERRERO, DIRECTOR DE “UNA MUJER INVISIBLE”

«NO SON POCAS LAS PERSONAS QUE SE SIENTE INVISIBLES ANTE LOS DEMÁS»
Siguiendo la estela de Las razones de mis amigos (2000) y El principio de Arquímedes (2004), el director madrileño Gerardo Herrero profundiza en las inquietudes y certeras reflexiones que le han dado fama, consolidando la trayectoria de su cine naturalista, intimista y rabiosamente actual. Una mujer invisible narra la historia de una mujer que se siente invisible ante los demás y pretende, para dejar de serlo, seducir a un compañero de trabajo. Un sincero drama urbano en el que se introduce con soltura en el complejo mundo de las relaciones sentimentales y realiza una interesante instantánea, llena de matices, de los universos femenino y masculino.
¿Cómo te planteaste tratar el tema de la soledad y la invisibilidad de las personas en esta película?
Durante el rodaje de Los aires difíciles, una mujer miembro del equipo me comentó en un momento de descanso que los hombres no la miraban y que hacía años que no tenía una relación de ningún tipo. Me sorprendió, porque era una mujer de 40 años atractiva y muy hermosa, según mi opinión. Posteriormente tuve otra conversación con dos mujeres que se quejaban de lo mismo. Me llamó la atención esa sensación de invisibilidad y pensé en tratarla en una película. Mi guionista, Belén Gopegui, y yo empezamos a realizar entrevistas personales para investigar sobre el tema. Descubrimos que no son pocas las personas que, como la protagonista, se sienten invisibles ante los demás. Hay una franja de edad, alrededor de los 40 años, en la que montones de mujeres, y también hombres, se sentían invisibles ante las personas del otro sexo.
La soledad es, quizá, el mayor problema de nuestra sociedad. La tecnología nos facilita más que nunca la comunicación pero estamos cada vez más solos.
Es cierto, cada vez son más las personas que viven solas. Es un hecho estadístico. La crisis de la pareja, la independencia económica, el individualismo exacerbado, el envejecimiento de la población… todo ello genera un estilo de vida solitario, aislado del resto de la gente.
El film narra una apuesta entre dos mujeres. Un juego de seducción que luego tiene un resultado inesperado.
Quería explicar una idea sobre el personaje de María Bouzas. La protagonista juega a un peligroso juego, el de los sentimientos. Se comporta caprichosamente en el momento en que decide seducir por el placer de seducir. Él es un hombre atractivo que no la mira, es un ejecutivo de la empresa donde trabaja que tiene éxito con las mujeres. Tras conseguir su objetivo, acaba gustándole mucho ese hombre, pero también se da cuenta de que no es para ella. Lo ha conseguido engañando, por lo que decide desenamorarlo.
De invisible pasa a mujer deseada. ¿Es fácil esta transformación?
No es fácil pero tampoco imposible. Consciente de su invisibilidad, acude a varias fuentes para aprender a hacerse visible. Gracias a la ayuda desinteresada de varios personajes secundarios sufre un proceso de transformación. Lo seduce porque aprende a mentir, a fingir alguien que no es. Ya no es la mujer ingenua y bienintencionada del principio.
¿La seducción es, por tanto, mera apariencia, fingir algo que no se es?
Pienso que se incurre en el engaño en el propio acto de seducir. Es el arte de mostrar una imagen idealizada de uno mismo. Uno aparenta ser más simpático, más divertido y más risueño de lo que se es realmente cuando está intentando ligar con otra persona. No creo que sea literalmente un engaño, pues no se puede mantener durante un largo tiempo y constantemente una mentira, pero sin duda se aplica una estrategia de publicidad desleal ya que se exageran las virtudes, cuando no se inventan, y se disimulan los defectos. Es por eso que luego, con el tiempo, muchas parejas rompen, pues descubren al otro como es realmente y no coincide con lo que se había aparentado ser.
Es habitual en tu cine unas pinceladas de crítica social. En este caso muestras la explotación laboral y la situación de los llamados «mileuristas».
Siempre he tenido la inquietud de mostrar la realidad social donde se mueven los personajes de mis películas. Y en este caso quería entrar en el tema de los contratos basura y el trabajo inestable. El mundo laboral ha sufrido, en los últimos años, una evolución hacia la inseguridad y la precariedad. Apenas se crean trabajos indefinidos y proliferan los contratos temporales, de meses, semanas o incluso días. ¿Cómo se puede progresar con esa incertidumbre? Además, se está produciendo un angustioso proceso de deslocalización de empresas cuyas consecuencias no se ven todavía pero que tarde o temprano nos estallará de lleno. De hecho, la empresa que inspira la película ya ha cerrado y se ha trasladado a Santo Domingo, donde los salarios son mucho más bajos. Yo mismo lo comprobé un día, llamando a un servicio telefónico de información, pues la teleoperadora no conocía la Castellana de Madrid porque me atendía desde Argentina.
Pau Vanaclocha
Leave a reply
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.