(1) VA A SER QUE NADIE ES PERFECTO, de Joaquín Oristrell.

MINUSVÁLIDOS
Sexto largometraje dirigido por Joaquín Oristrell (Barcelona, 1958), que ha puesto en escena un guión de Albert Espinosa, escritor que encarna el breve papel de sacerdote que oficia la boda y que ha plasmado de nuevo experiencias y sentimientos de carácter muy personal. Los tres protagonistas del film son minusválidos -un ciego, un sordo y un cojo- que viven una noche de juerga para celebrar la despedida de soltero de uno de ellos, alternando desplazamientos por la ciudad condal en coche, discotecas, copas y ligues.
Lejos del humor negro de los Chumy Chúmez o Rafael Azcona, con sus gotas de crueldad, la película de Oristrell contempla a los discapacitados con afecto y admiración porque los tipos creados por el guionistas se nos presentan como seres divertidos y animosos capaces de llevar una vida normal e incluso de encontrar el amor en la madrugada de un fin de semana. Se trata, pues, de una comedia optimista llena de vitalidad, planteada como una apología de la amistad, que basa todo su atractivo en el reparto, los televisivos Fernando Tejero, Santi Millán y J. L. García Pérez.
Lamentablemente, el artificio se nota demasiado, con situaciones forzadas y reiterativas, en un relato que apenas da muestras de evolución en los personajes, que pone en evidencia las minusvalías anímicas de muchas personas consideradas normales y que persigue el éxito comercial recurriendo a fórmulas demasiado fáciles como son el menosprecio al superdotado Nacho Vidal, los graciosos diálogos propios de veinteañeros y la presencia en la banda sonora de canciones de El Canto del Loco, Estopa y otros grupos ahora en el candelero.
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