ANTONIO HERNÁNDEZ, DIRECTOR DE “LOS BORGIA”

«”LOS BORGIA” ES UN THRILLER DE ÉPOCA»
La nueva película de Antonio Hernández, uno de los directores más reconocidos del cine español y ganador de un Goya por su espléndida En la ciudad sin límites, es un film de época que muestra un retrato humano, alejado del típico biopic condescendiente y edulcorado, de los Borgia, la familia de origen valenciano que se convirtió en una de las más poderosas de Italia. Los Borgia cuenta con un elenco de actores de gran profesionalidad y un presupuesto generoso que la convierte en una producción de gran calidad que la destaca del resto de películas de este género.
En alguna ocasión has comentado tu interés por llevar a la gran pantalla la vida de los Borgia, una de las familias más importantes e influyentes de Italia a finales del siglo XV.
La verdad es que sí, siempre me he sentido atraído por los personajes de esta familia valenciana que alcanzó la cúspide del poder eclesiástico y casi también del poder político gracias a una ambición desmesurada. Afortunadamente Antena 3 y Ensueño Films me propusieron hacer la película y no dudé en aceptar el reto de plasmar su fascinante historia. Me seducía destacar la importancia de los Borgia en la Europa del siglo XV, mostrarlos como una saga de políticos sin escrúpulos, perfectamente adaptados al entorno donde vivieron, y como estadistas y militares, ya que Rodrigo Borgia, el Papa Alejandro VI, extendió las fronteras del Vaticano más allá de la ciudad de Roma, intentando crear un país y una dinastía monárquica que se sucedería en el poder a través de sus hijos. También fue un gran mecenas que favoreció el arte y construyó numerosos monumentos.
Tu aproximación a los Borgia no ha caído en la tentación de explotar esa leyenda negra que sus enemigos crearon para desprestigiarlos. Es un retrato humano que evita el morbo, el simple espectáculo.
Desde el primer momento tuve claro que si me hubieran obligado a destacar por encima de otras cosas sus vidas licenciosas, el libertinaje y el amor incestuoso que muchos rumores nunca demostrados les achacaron, no hubiera aceptado el encargo. Si la historia no me atrapaba en lo emocional creo que al espectador tampoco le iba a atrapar. Mi intención era ceñirme lo más posible a lo que ocurrió, ser fiel a los hechos, porque es un episodio histórico, por tanto real. Evidentemente hubo sexo y violencia, tal y como sugiero en la película, pero no quería convertirlo en el centro de atención. He de recordar que en esa época la moral sexual estaba mucho más relajada que ahora y no existían los derechos humanos. Los papas tenían hijos y amantes, las mujeres calentaban las camas de los cardenales sin que se produjeran escándalos, la eliminación física del contrario era una práctica habitual porque había inmunidad. En ese sentido soy riguroso con la historia. Pero desde luego no doy prioridad al morbo, sino a la historia, a los personajes.
Precisamente cuidas los personajes como si fueran tus hijos. Son seres tridimensionales, complejos, contradictorios. Has hecho un gran esfuerzo en dotarles de humanidad.
Los he querido presentar como los seres humanos que fueron: amaron, sufrieron y vivieron con pasión. Con los defectos de cualquier persona pero con una característica propia que fue su mayor debilidad: desearon algo que no podían alcanzar, el poder absoluto. La ambición perdió a esta familia, pues sus ansias de conquista, su sed de poder les traicionó. Su comportamiento despótico y su incapacidad de repartir cuotas de poder a sus aliados les hizo despertar muchos recelos y envidias. Sus enemigos fueron, en sus últimos años de papado, muy numerosos y el final era previsible.
Conviertes a Lucrecia Borgia en víctima de su padre, pero algunos historiadores defienden que fue una mujer muy inteligente y dominadora.
Esa imagen que describes fue cierta, pero la Lucrecia de nuestra historia no lo era. La película acaba justo cuando empieza a labrarse su leyenda. En esos trece años que transcurren en el film, desde que Rodrigo es nombrado Papa hasta su muerte, Lucrecia sólo fue una adolescente a la que la fueron casando por intereses políticos y sin respetar sus sentimientos. Fue la primera víctima de la ambición y la codicia de su padre.
¿Podríamos considerar Los Borgia como un thriller de época?
Perfectamente. A mí me encanta ese género. No se puede evitar ser uno mismo y a mí me nace narrar historias con abundantes dosis de intriga. Disfruto despertando la curiosidad del espectador y alargarla hasta la resolución. No sé hacer otra cosa.
Pau Vanaclocha
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