(2) UN TOQUE DE SEDUCCIÓN, de Randall Miller.

ESCUELA DE BAILE
De Randall Miller se habían pasado ya cuatro títulos por televisión pero Un toque de seducción es el primero que llega a nuestras pantallas comerciales, constituyendo una grata sorpresa. Esta producción independiente, exhibida en V.O.S., retoma el referente de los bailes de salón pero lo hace con un esquema narrativo más original y con unos personajes dotados de mayor consistencia humana.
Destila el film un fuerte aroma melancólico, fruto sin duda de una acertada mezcla de géneros, con otros bloques narrativos situados en el presente y en el pasado articulados en torno al personaje encarnado por el actor John Goodman, víctima de un accidente mortal que le impedirá acudir a una cita acordada con su amada muchoa años atrás y a la Escuela de Baile y de Buenos Modales de Marilyn Hotshkiss, a donde el protagonista Frank llega para cumplir la promesa hecha al moribundo.
Un toque de seducción es fruto del desarrollo de un cortometraje realizado por el propio Randall Miller en 1990 y presenta ciertos aires de irrealidad, a modo de fábula con moralejam con la academia de baile como especial lugar de encuentro de personajes a la deriva, la danza como una droga que crea adicción y que es también un instrumento de terapia perosnal, con la consolidación final de la pareja y del amor como forma de redención, de superación de los traumas en el caso del panadero viudo y de la muchacha con la pierna ortopédica.
Como atractivos suplementarios, la presencia en el reparto de Mary Steenburgen, Sonia Braga y Danny DeVito, así como una selección de hermosas canciones y melodías, de diversos estilos, que son utilizadas para que alumnos y alumnas aprendan a moverse rítmicamente de la forma más elegante y sensual.
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