ÁLEX CALVO-SOTELO, DIRECTOR DE “EL MUNDO ALREDEDOR”

«ME INTERESA EL FENÓMENO FRIKI»
El director Álex Calvo-Sotelo se desenvuelve como pez en el agua en el género cómico, como demostró en su opera prima Se buscan fulmontis y ahora, casi ocho años después, en El mundo alrededor. Lo que iba a ser un documental sobre el Festival de Música Viña Rock ha acabado siendo un film de ficción, ejemplo modélico de road movie, que narra el estrafalario viaje que realizan un variopinto grupo de personas al mencionado festival para tocar su música y darse a conocer. Una película rodada con escaso presupuesto, a la mayor gloria del formato digital, con abundante sentido del humor y ciertas dosis de surrealismo que garantiza hora y media de diversión asegurada.
¿De dónde surge la idea de la película?
El promotor de Viña Rock quería hacer un documental que promocionara el festival, pero mientras hablábamos de cómo enfocarlo surgieron ideas para hacer una película de ficción y al final nos decantamos por esta opción. Enseguida me puse en contacto con el guionista Ignacio del Moral, que trabajó con Fernando León de Aranoa en Los lunes al sol, y empezamos a escribir el guión.
Tu segundo largometraje sigue la línea de comedia canalla que recuerda a otras road movies como Airbag.
No se me había ocurrido comparar El mundo alrededor con la película de Juanma Bajo Ulloa, pero ahora que lo dices sí tiene bastantes similitudes. Más allá de tener ambas una estructura de road movie, se trata de películas que narran con un sentido del humor ácido y cachondo experiencias vitales que hacen que nada sea como antes. Los personajes son muy terrenales, pertenecientes a la vida real. Cada uno tiene sus problemas, sus carencias, sus motivaciones, sus sueños… En ese sentido, no he querido hacer sólo una película de sexo, drogas y rock & roll. Sí es cierto que a la hora de desarrollar la trama he querido reflejar el encuentro con frikis en el viaje de los protagonistas a Villarobledo. Me interesan esos personajes marcianos que realmente existen, no supone ninguna exageración, algunos parece que vienen de otro planeta pues viven en otra realidad, van completamente a su bola. Me resultan fascinantes. Seguramente es por eso que la película tiene ese humor desmadrado o canallesco que comentas.
Describes una realidad casi surrealista en el film: los guardias civiles, la pareja dueña del hostal, el familiar del funcionario de prisiones, el ladrón…
Una realidad marciana. Mi intención era convertir el viaje de los protagonistas hacia el festival Viña Rock, un desplazamiento físico, en un complicado itinerario en el plano interior donde profundizaran su amistad y tomaran conciencia de su situación personal. Quería que hubiera evolución psicológica en los personajes, como si de la experiencia vivida aprendieran una lección. La realidad que describo pertenece a esa España que todavía está entre el ruralismo arcaico y el desarrollismo franquista que no está todavía modernizado. Pero siempre visto desde un sentido del humor sin complejos, desinhibido y cachondo. Esa sensación de estar en otro planeta lo puede sentir cualquier persona que visita una zona despoblada, olvidada por los políticos y desconectada de las grandes redes de comunicación como carreteras principales, líneas ferroviarias, aeropuertos… Y luego está, por supuesto, el variado grupo de personajes secundarios que son raros como un perro verde. Frikis en toda regla.
¿El mundo alrededor es una historia de perdedores?
Sin duda. En un momento de la escritura del guión nos planteamos si queríamos que consiguiesen el objetivo de llegar al festival y tocar allí para darse a conocer o no. En resumen, si había final feliz o no. No queríamos hacer la típica historia de unos personajes que no les sale nada bien pero que al final consiguen lo que quieren. Pero tampoco queríamos hacer que su viaje no hubiera servido para nada, es decir, preferíamos un final que no fuera perfecto pero tampoco pesimista. Pienso que en la vida no hay sólo una gran meta difícilmente realizable sino un conjunto de pequeñas metas que son más accesibles. No conseguir algo no tiene por qué significar un fracaso, sino que puedes cumplir algunos objetivos menores pero no el principal.
Has estrenado tu película entre dos monstruos comerciales como Misión imposible III y El código Da Vinci. David contra dos Goliat.
El cine español compite en una situación de desigualdad con las producciones estadounidenses, no podemos evitar eso. El pasado fin de semana se estrenó la de Cruise y la que viene se estrenará la de Tom Hanks. Una tiene 500 copias y la otra 750. Nosotros tenemos 25 copias. El panorama es desolador. Por eso es importante el boca a boca, que a la gente le guste la película y hable con sus amigos y conocidos para que vengan a verla.
Pau Vanaclocha
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