(1) SALVAJE, de Steve Spaz Williams.

MISIÓN DE RESCATE
Los animales se están convirtiendo en los protagonistas absolutos de las producciones de dibujos animados que últimamente están llegando allende los mares. No es novedosa esta tendencia a atribuir características humanas a otras especies, pues está presente en el mismo origen de la animación, con la creación en 1928 del ratón Mickey por un inspirado Walt Disney. Tras el reciente estreno de la última película de animación de la Fox, Ice Age 2: El deshielo –protagonizada por un grupo variopinto de animales prehistóricos–, esta nueva película de Disney toma el relevo con una entretenida y emotiva historia sobre el amor entre padres e hijos y la amistad en general que narra las aventuras de un grupo de animales del Zoo de Nueva York que, ante la desaparición del hijo del león Sansón, acuden a su rescate viajando a una isla del trópico amenazada por un volcán a punto de despertar. Una historia que, salvo el detalle del rescate –es decir, la motivación que lleva a los personajes a salir del recinto zoológico– es exactamente igual que la planteada en Madagascar –cuya motivación era alcanzar la libertad y ser dueños de sus propias vidas–, producida por su rival DreamWorks.
A pesar de estar realizada con un nivel de detalle extraordinario gracias a los últimos adelantos en materia de animación digital, muy superior al resto de películas de sus mismas características –la piel de los protagonistas, su grado de expresividad, su movilidad, etc. son lo más destacable–, en esencia Salvaje sigue siendo la misma historia de superación personal y reencuentro familiar que tantas veces hemos podido ver en la filmografía de esta multinacional del entretenimiento. Sin embargo, hay que reconocer que el film goza de un ritmo siempre creciente, posee graciosos gags y los personajes están correctamente construidos, logrando el fin para el que fue creado: entretiene. ¿Qué más podemos pedir?
Leave a reply
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.