ELISEO SUBIELA, DIRECTOR DE «LIFTING DE CORAZÓN»

«SOY UN AMANTE DE LAS CRISIS, SI UNO SOBREVIVE A ELLAS SON MARAVILLOSAS»
El éxito de su primer largometraje, El lado oscuro del corazón, película que estuvo casi un año en cartel, le obligó a venir a Valencia en un posterior reestreno para conocer personalmente al público valenciano. Y desde entonces, cada vez que el realizador argentino estrena un nuevo film nos visita con energías renovadas pero siempre profundizando en la problemática de la condición humana y especialmente en el complejo mundo de los sentimientos. No obstante, esa mirada poética a medio camino entre la melancolía y el sarcasmo tan propia de El lado oscuro del corazón, Despabílate amor, Pequeños milagros y El lado oscuro del corazón 2 es sustituida por una apuesta por el género puro, una comedia romántica que indaga sobre la caducidad del amor, el miedo a envejecer y las transiciones que ello conlleva.
Bajo la apariencia de una comedia convencional reflexionas sobre la dificultad de mantener viva la llama del amor a través de los años. ¿Es inevitable que el amor caduque?
Tal y como lo dices parece que Lifting de corazón sea pesimista y dé solamente ese mensaje. Desde luego que el tiempo no te diré que es el enemigo pero sí un elemento pernicioso para las relaciones de pareja, junto a la rutina y la incomunicación. Porque es importante distinguir entre los dos tipos de relaciones que aparecen en la película: la que hay entre el doctor Ruiz y Delia, un amor físico y pasional, una locura pasajera, por definición intensa y fugaz, y la que hay entre el doctor Ruiz y su mujer Cristina, un amor madurado por la edad y los años de convivencia. Y, no te equivoques, personalmente pienso que la verdadera historia de amor es la que tiene con la esposa.
¿No es esa una mirada escéptica del amor y de las relaciones de pareja?
No creo. Pero es cierto que todo tiene fecha de caducidad. El ser humano tiene que vivir con eso, siendo consciente de esa limitación, más que nada para vivir más intensamente y más sabiamente. Ese es el motivo por el cual soy más partidario de vivir la máxima carpe diem, vive al día porque no sabes si será el último de tu vida.
El protagonista duda entre dejarse llevar por la pasión que le propone su joven asistente personal y el amor convencional pero más estable de su esposa. ¿Es la eterna duda del hombre, la pasión o la seguridad?
Creo que, desgraciadamente, la pasión y la estabilidad son las dos caras de una misma moneda. La pasión es dejarse llevar por el instinto, y por definición no es racional ni responde a la lógica. Por tanto es inestable, incierto, inseguro. Y lo peor de todo, pasa. La pasión no dura siempre. Por otro lado, la seguridad o estabilidad la proporciona una relación basada en el respeto mutuo y la confianza, ganados con los años, enmarcado dentro de un matrimonio que ha funcionado hasta la fecha. Pero por mucho amor que haya en el matrimonio, algo incontrolable como la pasión por otra persona puede surgir, es un riesgo, un elemento sorpresa que puede aparecer en la vida sin poder hacer nada para remediarlo y hacer fracasar todo lo que habías construido antes. Ese es el drama humano más cotidiano. No hay nada seguro.
En el film muestras a las mujeres más maduras y adultas, que saben lo que quieren, al contrario que el doctor Ruiz, que parece que esté pasando por la supuesta crisis de los 50.
Estoy convencido de que las mujeres son más adultas y maduras, más sabias, más honestas. Cuando una mujer inicia una historia pasional se involucra mucho más, por lo menos en los casos que yo conozco, van hasta el final y suelen terminar con su pareja anterior. El hombre es capaz de hacer convivir las dos relaciones, navegar por la ambigüedad, jugarse menos. Pero es verdad que el que decide en Lifting de corazón no es nunca el doctor Ruiz, son las mujeres.
En alguna ocasión se te ha tachado de machista o incluso misógino por la imagen que das de las mujeres.
Alguna vez, haciendo una lectura un poco superficial de mis películas, alguien me ha marcado de machista. Pero yo diría que al contrario, yo invitaría a los que alberguen alguna duda de mi visión de las mujeres a revisar más profundamente mi filmografía. Los héroes masculinos en mis películas suelen ser bastante inmaduros y adolescentes, empezando por Oliverio, el protagonista de El lado oscuro del corazón. Las mujeres en cambio son más adultas y saben lo que quieren.
Lo más llamativo de la historia es que hace falta una crisis para que las cosas se reconduzcan.
Yo soy un amante de las crisis, si uno sobrevive a ellas son maravillosas. Sirven para madurar, para fortalecerse emocionalmente. Permiten cambios vitales que pueden ser beneficiosos para la persona. Pienso que habría que vivir en estado permanente de crisis. Si la vida es inestable, ¿por qué obsesionarnos con la estabilidad?
Pau Vanaclocha
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