(2) LA PEQUEÑA LOLA, de Bertrand Tavernier.

UNA ADOPCIÓN ACCIDENTADA
He de confesar que me ha decepcionado un tanto la última película del siempre admirado Tavernier, un relato sobre el viaje a Camboya de una pareja para ultimar la adopción de una niña huérfana. Me ha desconcertado, casi molestado, la mirada de superioridad eurocentrista, propia de un turista burgués, sobre la realidad tercermundista del país asiático que el film refleja. Quizá me haya desorientado la aparente contradicción entre el sólido oficio narrativo del realizador francés -estilo directo, tono periodístico, ausencia de elementos formales innecesarios, ciudada dirección de actores- y unos personajes de ficción que se comportan como personas egoístas y caprichosas, en busca de su trofeo más deseado, un hijo, sin comprender nada de lo que hay y sucede a su alrededor: subdesarrollo, miseria, enfermedades, tráfico caótico, lluvias incesantes…
En muchas ocasiones da la impresión de que La pequeña Lola es un ajuste de cuentas personal, por alguna experiencia negativa, contra un país que está procurando superar la hecatombe provocada hace unos años por los hemeres rojos con sus crueles masacres. No apreciamos esfuerzo alguno por entender las razones y limitaciones de un mundo imperfecto, atrasado, dominado por la corrupción y la burocracia, por el dinero y el interminable papeleo. Y ello a pesar de que el equipo de rodaje haya reconocido que su estancia camboyana fue un gran placer y que todos lamentaron la finalización de su trabajo.
En el film apenas explican las causas profundas de la realidad mostrada, no se razona sobre los procedimientos legales de adopción y sobre sus consecuencias económicas y afectivas. El matrimonio protagonista llega al borde un ataque de nervios, está a punto de la ruptura, pero hay reconciliación y final feliz. También pienso que con media hora menos de metraje el film habría ganado mucho en agilidad asó como perdido en reiteración y monotonía.
Leave a reply
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.