(3) THE SOUL OF A MAN, de Wim Wenders.

MÚSICA NEGRA
Presentado en el Festival de Cannes 2003, y galardonado con varios premios Emmy y trofeos en diversos certámenes internacionales, The soul of a man es el primero de los siete episodios de una serie sobre la historia del blues que Martin Scorsese ha gestionado como productor ejecutivo con destino a la TV.
La idea de la película le vino a Wim Wenders -que ya había cultivado con gran éxito el género documental musical en Buena Vista Social Club– el escuchar la canción de John Mayall “La muerte de J. B. Lenoir”, uno de los tres artistas aquí homenajeados junto a Blind Willie Johnson y Skip James, cuyas biografías y creaciones originales se ofrecen, completadas por nuevas versiones de músicos y grupos actuales.
Se trata de tres músicos, los ahora rescatados del olvido, fundamentales en la música negra –gospel y blues– que no tuvieron un éxito masivo en los años 20 y 30 relegados luego y recuperados en los años 60 para admiración de los más jóvenes, antes de morir por enfermedad o accidente. Artistas clave en el nacimiento y progresión de la música afroamericana de profundas raíces populares, que expresa el sufrimiento de las clases más pobres y discriminadas del sur de los EE.UU., mezclando invocaciones religiosas y sentimientos profanos en una cascada de emociones que fluyen directamente hasta el oyente. El jazz y el rock heredarían sus características, la harían evolucionar y la instalarían en la gran industria musical.
Con el actor Lawrence Fishburne oficiando como narrador y con una estructura discursiva compleja y nada convencional, The soul of a man es un documental que acoge materiales de diverso signo y procedencia: imágenes reales de archivo, fotos, ficción recreada con actores en blanco y negro, reportajes, etc. Encontramos aquí el estilo tan personal de Wim Wenders, esa amalgama indisoluble entre lirismo, compromiso ideológico y fascinación por el arte y la cultura musical en este caso. Un film, pues, que viene enriquecido con la exploración de los hechos históricos, la expresión de puntos de vista personales del cineasta y el testimonio sobre las circunstancias socio-económicas que condicionaron la época y las canciones de los citados músicos: segregación racial, miseria, enfermedad, la Gran Depresión y la lucha por los derechos civiles.
Abre y cierra el relato, con una imagen que funde poéticamente lo más ancestral con la tecnología futurista, la sonda espacial lanzada hace 25 años y que lleva más allá de nuestro sistema solar grabaciones de canciones de los homenajeados, parte sustancial de un patrimonio de la humanidad proyectado hacia el cosmos en busca de un hipotética destinatario.
Leave a reply
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.