PEDRO URIS, DIRECTOR DE «CUENTA ATRÁS»

«LA PELÍCULA TRATA SOBRE LA IMPOSIBILIDAD DE RECONSTRUIR EL PASADO Y LA EFÍMERA FRONTERA ENTRE REALIDAD Y FICCIÓN»
Nuestro compañero de Cartelera Turia Pedro Uris dirigió en 1990 un thriller de intriga que narraba la investigación de una mujer sobre la historia de una vieja película encontrada en los archivos de una distribuidora. Para ello se valió del material que rodó para una película inconclusa a principios de los años 70 titulada Un trabajo en Murcia, lo que ha permitido encontrarse con actores y personajes filmados en ese año y reencontrarlos mucho tiempo después. Tras quince años sin poder estrenarlo, Cuenta atrás se proyectó el pasado 29 de junio en los cines Albatros, dentro de la programación especial de los XIV Premios Turia.
¿Cómo surge la idea de Cuenta atrás?
La idea de la película surge a lo largo de muchos años. A principios de los 70 empecé a rodar Un trabajo en Murcia pero el film quedó inacabado. Posteriormente tratamos de montarlo tal como estaba sin poder terminarlo por la falta de presupuesto para sonorizarla, y se volvió a dejar. Cuando 20 años más tarde se vuelve sobre ella evidentemente ya no se puede hacer la película de antes sino reflexionar sobre ella.
Cuenta atrás narra la historia de una mujer que encuentra una vieja película inacabada e investiga sobre ella pero que termina como una investigación del hecho registrado como si pasase de la ficción a la realidad. ¿Pretendías jugar con la ambigüedad de esos conceptos?
Sí. Cuenta atrás es fundamentalmente eso. Nos encontramos con una película realizada en 1973 inacabada, y ante la imposibilidad de acabarla intentamos jugar con el material existente, implicando al espectador. El espectador asiste al principio a la búsqueda de una película y en un momento determinado de Cuenta atrás se da cuenta de que está asistiendo a la investigación de unos hechos reales. Esa confusión, que creo que está bien hilvanada, es la esencia de la película, la imposibilidad de reconstruir una historia pasada y la efímera frontera entre la realidad y la ficción.
¿Un trabajo en Murcia fue una de tus primeras experiencias como director de cine? ¿Cómo fue la experiencia de rodarlo?
No sólo fue una experiencia de juventud sino casi de nuestra niñez. Recuerdo que por aquel entonces teníamos en torno a los 20 años y veníamos previamente del súper 8, de los formatos de la época, habíamos mamado del cine independiente… Quisimos contar una historia más ambiciosa ampliando el formato y aumentando el metraje. De ahí la idea de narrar la historia de un robo. Decidimos rodar en 16 milímetros y compramos una cámara que todavía existe y que debe de estar por ahí. El material rodado iba a ser Un trabajo en Murcia. Pero desgraciadamente, como en aquel momento hablar de presupuesto era inconcebible, no tuvimos los recursos necesarios para terminarla de rodar y sonorizarla.
Llama la atención lo bien engarzado que está el material rodado en los años 70 con la parte rodada en 1990.
Honestamente pienso que en la película está muy trabajado el guión y el montaje. Que estuvieran bien integradas las dos tramas era fundamental para que avanzaran paralelamente y que fueran progresivamente cruzándose. He utilizado una serie de claves visuales, como cuando la película se refleja en ella, después cuando la pantalla se parte en dos, el pasado y el presente, y finalmente cuando el color se vuelve blanco y negro y concluyen las dos historias.
¿Por qué has tenido tantas dificultades para estrenar el film, tardando 15 años en exhibirla en una sala comercial?
Cuenta atrás tuvo una subvención de 5 millones de pesetas y con ese presupuesto la película comprensiblemente no pudo evitar tener muchas carencias. No niego sus limitaciones: no hubo un director de fotografía, el vestuario y el maquillaje era muy amateur… Cuando se terminó el film la productora intentó moverlo comercialmente pero no pudo venderse. No se vendió como otras muchas películas valencianas: se recoge la subvención, se realiza la película y ya está, ni siquiera se estrena en salas comerciales.
¿La falta de apoyo de televisiones e instituciones públicas valencianas para su recuperación es la prueba de la despreocupación por el cine valenciano? ¿Es un caso único o suele pasar en las producciones valencianas?
Que ni la Filmoteca ni la Generalitat Valenciana se planteen en serio la recuperación de todo material rodado en súper 8 o 16 milímetros en aquella época no sé cómo calificarlo. Es el desinterés más absoluto, porque ese cine puede gustar más o menos pero es casi un documento histórico, tiene interés casi por sí mismo. Por lo que respecta a Canal 9, en aquella época tenía una política que considero muy desacertada y ahora lleva otra política. Actualmente sí está apostando por la ficción valenciana dentro de los márgenes razonables que en un principio deben crecer pero que ya es un progreso. Cuenta atrás se hizo en una época donde lo valenciano no se promovía ni defendía como ahora.
Pau Vanaclocha
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