JUAN PABLO REBELLA Y PABLO STOLL, DIRECTORES DE «25 WATTS»

«DESDE HACE 2 AÑOS VIVIMOS DEL ÉXITO DE WHISKY»
Cuando los jóvenes realizadores Juan Pablo Rebella y Pablo Stoll vinieron a Valencia a presentar su segundo largometraje, Whisky, no podían imaginar la excelente acogida que iba a tener hasta el punto de provocar, por aclamación popular, el estreno de su ópera prima, 25 watts, una irónica y divertida crónica de la juventud uruguaya que narra la ociosa existencia de tres jóvenes que entre cerveza y cerveza ven la vida pasar.
Lo lógico es conocer la trayectoria cinematográfica de un director en estricto orden cronológico. En vuestro caso, tras el éxito de Whisky, vuestro segundo largometraje, tenemos ahora la oportunidad de disfrutar de vuestra ópera prima.
J. P. Rebella: Para nosotros hablar hoy de 25 watts es una experiencia bastante extraña porque hace cuatro años que realizamos la película y ahora verla cómo se estrena es como volver a los orígenes. Cuando la volvimos a ver después de varios años sin hacerlo se nos despertó un enorme cariño hacia ella sobre todo por lo que significó para nosotros hacer la película aunque noté mucho más sus imperfecciones.
¿De alguna manera 25 watts os abrió el camino hacia Whisky?
P. Stoll: Sin duda alguna. Hay que tener en cuenta que en Uruguay la industria del cine es muy pequeña, por no decir insustancial. La experiencia de hacer cine era una aventura totalmente arriesgada y sin posibilidades de éxito. Nunca nos imaginamos que 25 watts iba a salir del vídeo de nuestra casa o que íbamos a hacer otra película gracias al éxito que obtuvo. Fue una experiencia pionera que salió bien.
Quien vaya a ver 25 watts buscando lo mismo que en Whisky no lo va a encontrar. Son películas radicalmente opuestas.
J.P. Rebella: Una parte del público que vio nuestra ópera prima se quedó completamente descolocado al ver Whisky porque estaba esperando más de lo mismo, más frescura, más espontaneidad, el mismo sentido del humor, los mismos diálogos… Pero es normal que evolucionemos, no éramos las mismas personas cuando escribimos 25 watts que cuando escribimos Whisky.
P. Stoll: En 25 watts desarrollamos el «talcualismo», que es cuando la reacción del público es decir «es tal cual la realidad». Cuando hicimos Whisky sabíamos que no era tal cual la realidad. Mucha gente se desilusionó al no estar tan presente el «talcualismo».
¿Es autobiográfica 25 watts?
J.P. Rebella: Sí lo es. Mirando la película reconozco mucho mi pasado. De hecho, cuando hicimos 25 watts creíamos que era una película sobre nosotros dos, pero más tarde nos dimos cuenta de que era un film que hablaba del estilo de vida que tiene muchísima gente en todo el mundo a esa edad. Son muchos los que pasaron por esas horas interminables tomando cerveza y fumando y no teniendo idea de hacia dónde arrancar. Teníamos mucho miedo de la reacción del público porque al hacerla no pensábamos que se fuera a ver fuera de Uruguay, incluso fuera de nuestro barrio, no teníamos en cuenta para quién se dirigía 25 watts más allá de nuestros amigos. Ahí es donde uno descubre que el cine es más trascendente y universal de lo que la gente cree.
¿Cómo reaccionó el público cuando se estrenó 25 watts en Uruguay?
P. Stoll: Tuvo dos lecturas, por una parte la gente joven, que reaccionó con mucho humor y se sintió muy identificada, y por otra parte la gente mayor, que la vivió como un drama que mostraba una juventud desorientada y perdida. Cuando la hicimos no queríamos encasillarla como una comedia o un drama sino una mezcla de géneros, jugar con el humor pero al mismo tiempo con cierta autocrítica.
¿Cómo os organizasteis a la hora de escribir el guión y especialmente realizar la película?
P. Stoll: En general planificamos todo juntos. Pero en 25 watts dividimos las tareas de dirección: yo me encargué más del equipo técnico y Juan más del trabajo con los actores. Nosotros planteamos la dirección cinematográfica como algo corporativo, no tanto como un trabajo individualizado, resultado de un líder que impone y da órdenes a los demás, sino como un grupo de gente que sabe de lo suyo y que propone cosas para mejorar la película. Hay siempre muy buen ambiente de trabajo gracias a ese planteamiento.
¿Influyeron en algo las limitaciones propias de una ópera prima o, por el contrario, agudizó vuestro ingenio a la hora de realizar 25 watts? ¿Cómo fue el proceso de producción?
J.P. Rebella: Cuando empezamos a escribir el guión queríamos que fuera un cortometraje interpretado por nosotros mismos. Pasó el tiempo y cada vez era más grande el proyecto. Nos presentamos a un concurso de guiones donde nos descalificaron por el abultado número de palabrotas. Entonces decidimos juntar amigos y conocidos y así reclutamos el equipo técnico y artístico. También intentamos conseguir patrocinadores. Con muchas limitaciones pero mucha ilusión pudimos terminar 25 watts, hay que decir que gracias al Festival de Rotterdam que nos ayudó con una subvención para terminar la película.
¿Tenéis algún proyecto ya en mente? Existe mucha expectación por ver vuestra tercera película…
J.P. Rebella: En realidad no. En este momento no tenemos un proyecto concreto seguramente por el miedo que nos ha producido el enorme éxito de Whisky. Lo más sorprendente es que desde hace dos años vivimos económicamente de una película, algo impensable en Uruguay. En el año en que hubo la crisis económica más importante de la historia del país, había dos personas menores de 30 años que vivían exclusivamente del cine. Fue un auténtico shock. Lo que tenemos claro es que no queremos forzar nada, hemos visto a directores de nuestra edad caer en la maquinaria industrial al estilo de Hollywood y no nos interesa. Nos interesa ser fieles a nuestra filosofía y nuestra visión del cine, que es hacer un «cine de espectadores» como le llamamos nosotros, nuestra única meta es hacer una película que nos gustaría ver como espectadores.
Pau Vanaclocha
Leave a reply
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.