RAMÓN SALAZAR, DIRECTOR DE «20 CENTÍMETROS»

«20 CENTÍMETROS ES LA VUELTA DE TUERCA DEL GÉNERO MUSICAL»
El joven director malagueño Ramón Salazar se ha atrevido a realizar con su segundo largometraje, 20 centímetros, un musical que rindiendo homenaje a los clásicos del género se aleja de lo convencional tanto por el resultado estético como por el tema que trata: Marieta, una transexual que se dedica a la prostitución, desea eliminar los 20 centímetros que le sobran para convertirse por completo en la mujer que siempre ha soñado ser.
¿De dónde surge la idea de 20 centímetros?
El origen de la película se encuentra en un proyecto de colaboración entre la actriz Mónica Cercera y yo para hacer, por una parte, un musical y, por otra, una película protagonizada por un transexual. 20 centímetros une ambas ideas: Mónica y yo siempre habíamos tenido el deseo, nunca hablado como demasiado en serio, de hacer un musical. Además, siempre había querido escribir un personaje transexual a Mónica porque creo que tiene el físico y la falta de pudor para enfrentarse a un personaje de esas características. Después de Piedras se vino atrás un proyecto que estaba preparando por falta de financiación y espontáneamente surge la idea de esta película, al principio como un film modesto por no decir amateur y poco a poco se fue convirtiendo en un producto más elaborado y ambicioso.
El musical es un género que en los últimos años no ha aportado títulos significativos, o por lo menos no proliferan muchas películas musicales. ¿Querías con 20 centímetros cambiar esa situación? ¿Pretendías redefinir este género?
A nosotros nos apetecía hacer un musical independientemente de la situación en la que se encuentra este género en España. No he pretendido dar un impulso al género ni redefinirlo, sólo hacer una buena y divertida película. 20 centímetros trata sobre el individuo y su personalidad, y los números musicales no hacen sino dar una pincelada más sobre el carácter del personaje de Marieta. Realmente no pasan grandes cosas, no hay dramas ni grandes conflictos en la película. Yo la definiría como impresionista. Era la vuelta de tuerca que le quería dar al musical. Tenía muy claro que quería una comedia musical, y lo novedoso ha sido introducir toda la parte de ficción en la que se habla de la vida de una prostituta transexual y mostrarlo de una forma muy cercana y estéticamente opuesta al de los números musicales. Pienso que es un género no muy aprovechado, que aparece, desaparece, y vuelve a resurgir gracias a títulos concretos que gozan del favor del público. En ese sentido es un género arriesgado y difícil de hacer porque es muy fácil equivocarse.
La forma de combinar los números musicales con el resto de la narración ha sido bastante original.
La protagonista sufre una enfermedad real, la narcolepsia, y aunque ella no quiera se queda dormida y sueña los números musicales. Qué mejor recurso para combinar las dos partes del musical, la realista que narra la vida de una prostituta transexual que se quiere operar y la irreal propia de los videoclips musicales, que el mundo onírico y la subconsciencia. Quería evitar que ambas partes ocurrieran en el mismo plano de realidad, primero porque queda artificioso y no verosímil, y segundo porque quería destacar el contraste entre lo que pasa realmente y lo que sueña la protagonista. Por otra parte las canciones se eligieron teniendo en cuenta lo que la letra de la canción iba a introducir para conocer mejor al personaje.
Has acudido a conocidas canciones para hacer versiones adaptadas, en vez de realizar números musicales originales.
El personaje de Marieta no se mueve a través de la inteligencia, por tanto no pegaba hacer números musicales originales, sino que se mueve por el talento. Me interesaba más poner canciones que estuviesen en la memoria de todos nosotros, incluso era perfecto para hacer homenajes a films como La noche de Antonioni o Les demoiselles de Rochefort de Jacques Demy, o guiños irónicos a las películas de Marisol, a vídeos de Madonna, a vídeos de Michael Jackson…
20 centímetros recibió el Premio de la Crítica, Mejor Música y Mejor Maquillaje en el pasado Festival de Cine de Málaga.
La noche anterior a la proyección en Málaga estaba terminando de mezclar la película, llevamos una copia muda y con un repicado de sonido que se sincronizó en el momento de la proyección. Fue increíble. Por otra parte, me desconcertó recibir el Premio de la Crítica porque no sabía que existía este premio. Cuando me lo dijeron que había ganado aluciné. La música y el maquillaje son departamentos que estaban muy trabajados y me alegré mucho al recibir ese reconocimiento.
Pau Vanaclocha
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