MERCEDES ÁLVAREZ, DIRECTORA DE «EL CIELO GIRA»

«CUANDO UN PUEBLO DESAPARECE SE DESVANECE SU MEMORIA»
Formada como montadora en la interesante En construcción, de José Luis Guerin e influenciada por el espíritu de Víctor Erice y, especialmente, su El sol del membrillo, Mercedes Álvarez aborda en su primer largometraje el grave problema de la despoblación en Aldealseñor, el pueblo que la vio nacer. Con un lenguaje poético y dotada de gran sensibilidad, la directora se introduce en la realidad cotidiana de los últimos 14 vecinos que asisten, escépticos, a la desaparición de su memoria.
El cielo gira es la crónica de la muerte anunciada de un pueblo del interior de Soria. Refleja el drama de la despoblación a través de la vida cotidiana de sus escasos habitantes.
Lo que más me interesaba era registrar qué cosas ocurren cuando un pueblo está a punto de desaparecer. Y eso es lo que intenté hacer, registrar imágenes de la vida diaria de Aldealseñor, estando atenta a los pequeños acontecimientos que ocurren todos los días mientras la vida transcurre tranquilamente en ese pequeño pueblo. La película no es un documental de tesis ni resultado de una investigación, ni posee una intencionalidad antropológica, sino que habla de muchas cosas, como la vida y la muerte. Son los propios vecinos de Aldealseñor quienes hablan de esos temas y de las culturas y civilizaciones que han pasado por allí. Soria es una de las zonas más castigadas por la despoblación, y más que el hecho físico de que las personas desaparecen me interesaba la memoria que se pierde. Cuando un pueblo desaparece se desvanece una memoria.
Aldealseñor es el pueblo donde naciste, supongo que habrás vivido la experiencia como un regreso a tus orígenes. ¿Era como lo recordabas?
Yo conocía bastante el pueblo porque había vuelto cuando tenía 20 años y este documental era un proyecto que tenía hace mucho tiempo. Por ello había reunido un montón de fotografías, vídeos y notas en una especie de diario. Además, siempre he tenido una relación muy familiar con ellos. Aparte, casi todos son parientes míos, en un pueblo tan pequeño es fácil tener parentesco. La duda que tenía era si esa intimidad se conservaría también cuando llegase el equipo de cine, porque la maquinaria de cine de alguna manera perturba la realidad, es muy difícil que no haya un impacto en la cotidianeidad. Lo que pasó es que al principio fuimos siete personas, entre los que quiero destacar al coguionista Arturo Redín, y al final nos quedamos solamente tres.
En El cielo gira existe una constante referencia al tiempo: desde las huellas de dinosaurios, las alusiones a Numancia, los pueblos celtíberos, la época musulmana, la Guerra Civil, incluso la guerra de Iraq.
En la película se intenta establecer un compás con tres tiempos: el tiempo biográfico, el tiempo colectivo y el tiempo histórico o profundo. Hablar del pasado tiene sentido en Aldealseñor porque se tiene la sensación de que distintas épocas históricas conviven en un mismo tiempo. El documental deja constancia del paso de las civilizaciones y, por tanto, del carácter cíclico de la historia. Y de la naturaleza, con el paso de las estaciones.
¿Cómo te planteaste el proceso de rodaje? ¿Te ceñías a un guión previo o fue un trabajo más espontáneo?
La película carecía de un guión anterior. Lo que aparece en El cielo gira surge del tiempo vivido allí que fue un año, no había un guión aunque sí unas previsiones, cosas que conocía como por ejemplo que pasaban mucho tiempo en el cementerio, o que había días que esperaban la llegada del panadero. Lo que más me interesaba era la actitud que iba a tener el equipo, que era la de estar a la espera, vivir una temporada con ellos e ir registrando las cosas. El guión en este caso se construye sobre la marcha, en el tiempo de rodaje y sobre todo en el montaje porque se rueda mucho material, casi 100 horas, y es en el montaje donde se escribe la película, se seleccionan y ordenan las imágenes. Sobre las estrategias, lo importante en un documental de este tipo más que la puesta en escena es la convivencia con la gente del pueblo y la implicación que ellos tienen también con el equipo de rodaje. El equipo técnico tiene que formar parte de la vida del pueblo, no puede ser lo contrario, que se imponga sobre la vida del pueblo y elabore un plan de trabajo como en una película convencional. Muchas veces se trata de estar escuchando y observando, tener mucha paciencia y ser lo suficientemente previsor para colocar la cámara en lugares y momentos en que crees que van a ocurrir cosas. A veces es la cámara la que provoca que esas cosas ocurran, pero aunque las provoque la cámara tienen la cualidad de ser la primera vez, no estás pidiendo a alguien que reproduzca sino que sea lo que realmente es. Los franceses lo llaman «puesta en situación».
Pau Vanaclocha
Leave a reply
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.