(3) LA DAMA DE HONOR, de Claude Chabrol.

AMORES QUE MATAN
Como en muchas de las anteriores películas de Chabrol, el prolífico cineasta francés vuelve a demostrar su pericia en la mezcla de diversos elementos temáticos y estilísticos a la hora de elaborar un relato que responde fielmente a su personalidad creadora. Pese a utilizar como base literaria la novela de Ruth Rendell, de la que ya había adaptado La ceremonia y que había inspirado a Almodóvar en su Carne trémula.
La peculiar mirada chabroliana descansa, en esta ocasion, en tres pilares narrativos: la certera descripción psicológica de los personajes; la visión irónica sobre una clase social burguesa de provincias cuyas aspiraciones y frustraciones van arropadas por la mezquindad y al hipocresía; y finalmente la utilización del thriller como género, con una trama criminal y una intriga policíaca que ponen de relieve unas obsesiones que pueden convertirse en patológicas.
Chabrol muestra su gusto por los pequeños detalles de la vida cotidiana, que eleva a la categoría de símbolos llenos de sentido y su mirada inquisitiva y burlona nunca deja de observar las costumbres, a veces ridículas, y la escala de valores, casi siempre miserables, de unos personajes que establecen relaciones de convivencia en al familia, la vivienda, el trabajo o el matrimonio, adquiriendo una especial relevancia el erotismo, la pasión carnal, un amour fou propio del cine negro que hizo a la mujer fatal y del asesinato elementos esenciales en su devenir histórico.
Al logro de este film sólidamente construido constituyen también las labores interpretativas de unos actores y actrices en los que destacan Benoit Magimel y la desconocida pero prometedora Laura Smet, hija por cierto de Johnny Hallyday y de Natalie Baye, así como la inspiradora música de Matthieu Chabrol y la funcional fotografía de Eduardo Serra.
Lo único discutible, ya en el último tramo del relato, son a mi parecer las truculencias criminales demasiado rebuscadas que permiten “homenajear” un par de brillante sideas ya plasmadas por Hitchcock en Extraños en un tren y en Psicosis.
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