RAMÓN TERMENS y CARLES TORRAS, CODIRECTORES DE «JÓVENES»

«LA SOCIEDAD NO OFRECE ALTERNATIVAS A LOS JÓVENES»
La ópera prima de Ramón Termens y Carles Torras, Jóvenes, es una atrevida propuesta que se acerca a la realidad de la juventud española. Sus protagonistas representan, con sus defectos y sus virtudes, a una parte de la sociedad cuya imagen difundida a través de los medios de comunicación ha sido, hasta ahora, idealizada y superficial. Nadie mejor que dos jóvenes realizadores con talento para mostrar un incisivo retrato generacional de la España de hoy.
¿Cómo surgió la idea de Jóvenes?
Carles Torras: Realmente el proyecto nace de nuestras conversaciones sobre cine. Siempre hablábamos de las películas que nos gustaría hacer. Así surgió la idea, hacer una película de varios directores en la que cada uno contaría una historia. Se trataría de una película colectiva. Luego escribimos el guión y cuando conseguimos el dinero que financiara el proyecto por diferentes motivos cayeron varios directores del proyecto, quedándonos Ramón y yo. Reescribimos el guión para darle unidad a las tres historias. Ramón dirigió la primera y la tercera y yo la segunda.
Ramón Termens: La idea surgió viendo mucho cine. Desde el principio estuvimos de acuerdo en realizar un cine que tratara sobre la realidad. Nos consideramos cinéfilos y es inevitable recibir la influencia de cineastas: Bergman, Fellini, Kaurismaki, Ken Loach, Larry Clark.
La película habla de la insatisfacción que provoca una ambición excesiva, la evasión hedonista y la falta de motivación. ¿Creéis que son los principales defectos de la juventud?
R.T.: Generalizar siempre supone simplificar la realidad, pero esos defectos que comentas existen en la juventud actual, y desgraciadamente muchos más, como la falta de expectativas. Creo que la sociedad lo que te ofrece cuando eres joven no te interesa para nada, y lo peor es que no hay alternativas: tienes que ser competitivo, ser consumista, tanto tienes, tanto vales, estudiar con el esfuerzo económico y psicológico que conlleva, así como el tiempo que dedicas, tener un buen trabajo, ganar mucho dinero y si no lo consigues, eres un perdedor, estás excluido del sistema, no existes. Los jóvenes recurren a la evasión para eludir tanta presión. Lo que sucede es que pasarlo bien es un decir, pues los excesos pueden ser fatales.
C.T.: Pienso que realmente no nos educan para ser libres, pensar por nosotros mismos, sino que nos educan para formar parte de un engranaje. Cuando un joven no se siente encajado en el sistema siente una gran frustración, una angustia existencial. Algunos adoptan actitudes autodestructivas y otros siguen modelos de conducta muy superficiales, vacíos de contenido. Antes la gente quería ser bombero, médico o cooperante en una ONG, ahora los jóvenes aspiran a ser como Beckham, Britney Spears o algún famoso sin trabajo conocido que pulula por las televisiones contando su vida. En todo caso, es difícil para los jóvenes encontrar su sitio.
En todo caso hay cierta dosis de escepticismo en vuestra mirada como realizadores.
R.T.: Yo soy totalmente pesimista, no tengo esperanza. Me gustaría no ser así. De hecho la película acaba así: los personajes se preguntan ¿y ahora qué?
C.T.: Yo más que no tener esperanza, no tengo una respuesta o una solución. Se debería dar a los jóvenes mayores oportunidades culturales, laborales, un ocio responsable, un mayor esfuerzo en la educación por parte de los padres, las instituciones escolares y el Estado. Reforzar los contenidos de tipo cultural para jóvenes en la televisión, la radio, la prensa. Jóvenes pretende motivar al espectador a que reflexione, que sea consciente de los problemas que sufre la gente joven hoy día.
Y hablando sobre vuestra forma de trabajar, ¿cómo os habéis organizado para escribir el guión y dirigir el film conjuntamente?
R.T.: En muchos casos en los que dos directores realizan una película se dividen las tareas, uno se encarga de la dirección de actores y el otro de la cámara, uno ensaya y el otro rueda, etc. Pero nos pareció absurdo encargarse de esas labores concretas perdiendo un poco la visión de conjunto de la dirección cinematográfica. Así que realmente nos dividimos las historias: yo escribí el guión y dirigí la primera y la tercera historia y Carles se encargó de la segunda. Sí que hicimos juntos las labores de preproducción, como las localizaciones, el casting y terminamos el guión dando una sensación de unidad a las tres historias.
Pau Vanaclocha
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