(2) LOS BANQUEROS DE DIOS, de Guiseppe Ferrara.

LA QUIEBRA DEL BANCO AMBROSIANO
El llamado “cine político italiano” de los años 70 y 80 despertó en su día una intensa y apasionada polémica entre nosotros. ¿Podría un cine definido como de izquierdas ganar audiencia popular y mejorar su eficacia didáctica mediante su adscripción a un género cinematográfico cuyos códigos reducían la complejidad del discurso fílmico, le restaban profundidad y mermaban su capacidad real de análisis?
Los banqueros de Dios es un thriller político, un relato de ficción basado en hechos reales puesto en imágenes por Giuseppe Ferrara, un cineasta especializado en películas de denuncia desde un punto de vista militante, realizadas con una palpable voluntad testimonial y de agitación social pero también con una evidente torpeza narrativa.
En este caso, el film gira en torno a la figura de Roberto Calvi, presidente del Banco Ambrosiano, fundado y sostenido por católicos milaneses, que fue declarado en quiebra en 1982 al mismo tiempo que su dirigente aparecía colgado bajo un puente de Londres, a donde había huido para evitar la investigación de los jueces de su país y de los inspectores del Banco de Italia. Para la Justicia británica se trató de un suicidio, pero la tesis de la película es que fue un asesinato cometido por la mafia para castigar la pérdida de dinero depositado en el banco, para evitar que revelara secretos e implicara a otros en las operaciones financieras ilegales, y para dar ejemplo y advertir a los demás de las consecuencias de colaborar con la Justicia.
Los banqueros de Dios sufrió la prohibición temporal decretada por un juez romano a instancias de Flavio Carboni, que se consideró injuriado y falsamente involucrado en diversos delitos, pero finalmente pudo estrenarse en marzo de 2002. El resultado es un film valiente y lleno de buenas intenciones, que pretende ser complejo pero que no logra evitar la condición de enmarañado e incluso de confuso.
A lo largo de sus más de dos horas de duración, desfilan por la pantalla el Vaticano y su banco IOR, la masonería, la mafia siciliana, políticos de la Democracia Cristiana y del Partido Socialista en unos convulsos años en los que el manejo ilegal de enormes sumas de dinero fomentaron la corrupción generalizada que posibilitaron operaciones financieras poco justificables.
Leave a reply
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.