(3) EL CHICO QUE CONQUISTÓ HOLLYWOOD, de Brett Morgen y Nanette Burstein.

ROBERT EVANS, PRODUCTOR CINEMATOGRÁFICO
Un buen documental basado en el productor hollywoodiense Robert Evans, actor improvisado en los años 50 y jefe de la Paramount entre 1966 y 1974, responsable directo de interesantes títulos como La semilla del diablo, El padrino y Chinatown, pero también del boom comercial Love Story, un melodrama sensiblero que evitó la quiebra definitiva de la productora.
Uno de los principales aciertos del film, presentado en Sundance 2002, es la abundancia y variedad de materiales audiovisuales utilizados para ilustrar la trayectoria profesional de Evans, sin olvidar algunos episodios de su vida privada, abarcando una intensa actividad que conoció grandes éxitos y sonoros fracasos, como fue el caso de Cotton Club, de Ford Coppola, que inició una decadencia que llevó a la ruina, las drogas e incluso a la implicación en un asesinato.
El film es un relato en primera persona, con voz en off del propio protagonista, que sigue las peripecias narradas en su autobiografía publicada en 1994. Relato más descriptivo que analítico en cuyo desarrollo observamos la dificultad de sintetizar su dilatada vida en 93 escasos minutos, lo que se logra mediante un ritmo trepidante, propio de los reportajes, y sin dejar opciones a la profundización de determinados temas o momentos.
Amigo de Roman Polanski, Warren Beatty y Jack Nicholson, pero también del nefasto Henri Kissinger, incansable seductor, Robert Evans mantuvo romances con guapas estrellas como Ava Gadner, Rachel Welch y Grace Kelly entre otras, contrayendo matrimonio con Ali McGraw, pronto destrozado por la presencia del atractivo Steve McQueen.
Con una buena fotografía de John Bailey, el documental elude la sensiblería y el masoquismo para dar cabida a la ironía y a una dimensión humana del personaje que, sin duda, propicia la inevitable admiración de los cinéfilos. Robert Evans introdujo algunas innovaciones que alteraron la rutina de los estudios de Hollywood, concediendo mayor importancia a las historias y los temas e introduciendo un tratamiento más realista en las ficciones, contribuyendo a superar así la crisis de la industria a finales de los años 60, amenazada por una TV gratuita y casera, un star system obsoleto y un público joven que ya no se veía reflejado en la pantalla.
Leave a reply
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.