(2) LOS ABAJO FIRMANTES, de Joaquín Oristrell.

¡NO A LA GUERRA!
Un film concebido como producto de urgencia, militante, en el que la contundencia del mensaje interesa más que la complejidad formal y donde la claridad de las tesis anula toda idea de relato abierto. Los abajo firmantes era un proyecto del Centro de Nuevos Creadores, un relato sobre el teatro y su proyección en la sociedad que tomó forma tras la gala de los Premios Goya con el famoso lema ¡No a la guerra! de Iraq y el abierto enfrentamiento entre el mundo de la cultura y el poder político establecido.
Premio Arte en el último Festival de San Sebastián, la película es fruto del trabajo del realizador Joaquín Oristrell y de los principales actores que logran llevar a cabo su labor con muy escasos medios, pocas semanas de rodaje, autogestión financiera, cámara a mano, fragmentos en vídeo, ensayos e improvisaciones.
El relato se articula en torno a 3 ejes temáticos fundamentales: 1) La vida privada y profesional de un grupo de actores y actrices que van a representar Comedia sin título, la obra póstuma de Federico García Lorca, un ejemplo de teatro comprometido, nada elitista ni evasivo, sobre los peligros de una guerra civil. 2) Un manifiesto sobre la función del teatro, sobre la necesidad del compromiso social y del escenario como metáfora de la realidad. 3) Un firme alegato pacifista, con la campaña del ¡No a la guerra! de Iraq que eclosionó en la gala de los Premios Goya el 1 de febrero de 2003 y que constituyó una valiente oposición a los planes belicistas del gobierno de Aznar.
Una puesta en escena poco elaborada, un poco tosca, con situaciones algo forzadas y la abundancia de diálogos explicativos cuestionan la valía estética de un film de trinchera que tiene sin duda un gran valor cívico y testimonial sin caer en el panfleto ingenuo y autocomplaciente gracias a la presencia de un mar de dudas y contradicciones. Quedan al final en el aire unas preguntas inquietantes: por ejemplo, ¿de qué sirven las posturas comprometidas de los artistas si la mayoría de la sociedad queda al margen o en contra de esas actitudes éticamente responsables?
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