(1) EL VIENTRE DE JULIETTE, de Martin Provost.

CONTRA VIENTO Y MAREA
Opera prima del realizador francés Martín Provost, El vientre de Juliette no cubre las expectativas creadas en torno al considerado discípulo de Robert Guédiguian y resulta un drama costumbrista llena de tópicos y estructura telenovelesca.
El film narra la historia de una joven de 20 años que se queda embarazada y se enfrenta a todos los que le rodean pues desean que aborte, pero ella se empeña en tener al niño. En vez de decantarse por el tono realista y reflexivo de Guédiguian, Provost se recrea en un tono melodramático, donde los personajes sobreactúan a base de berrinches e infantilismos, la acción avanza sin rumbo ni sentido y se alarga la historia mediante turbios traumas infantiles y sorprendentes secretos de familia. En suma, es una historia poco creíble, superficial, y no profundiza en las consecuencias ni las dificultades que entraña tener un hijo en la actualidad. Es más, se muestra una visión idealizada de la maternidad.
La participación de la actriz española Carmen Maura no mejora el resultado final, pues su personaje no es precisamente el mejor construido, ni el más creíble.
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