(4) BOWLING FOR COLUMBINE, de Michael Moore.

CONTUNDENTE ALEGATO CONTRA LAS ARMAS
Michael Moore pretende, no sin ambición pero sí con humildad, dar explicación a un fenómeno social de gran trascendencia y que desde la perspectiva europea no puede ni concebirse. ¿Cómo es posible que Estados Unidos sea el país con el mayor índice de homicidios por armas de fuego (más de 11.000 asesinatos al año) del planeta? ¿Se trata de una sociedad paranoica o simplemente que adora las armas (se calcula que más de 250 millones de armas pululan por las casas y las calles del país, con una población de poco más de 272 millones de habitantes)? En el film se comparan con otros países vecinos como Canadá, en el que los datos de paro, pobreza e imágenes violentas en cine y TV son similares o incluso mayores pero no se dan esas cifras.
A partir del trágico tiroteo que tuvo lugar en 1999 en el instituto Columbine, en el que dos jóvenes asesinaron a 12 estudiantes y a un profesor, Bowling for Columbine describe aquellos hechos que horrorizaron a la población y trata de profundizar sobre los factores que originan la violencia. Así, se mencionan factores legales (el tan mencionado derecho a poseer armas recogido en la Constitución americana), factores políticos (a ver quién es el político que prohíbe las armas de fuego, perdería las elecciones inmediatamente), factores sociales y culturales (la TV, los videojuegos, el cine de Hollywood, la música de Marilyn Manson…) y finalmente factores económicos (la venta de armas es un negocio a gran escala que mueve miles de millones de dólares al año y crea miles de empleos). Michael Moore muestra con ejemplos la facilidad que existe para acceder a las armas, no sólo para los adultos sino también para los adolescentes: un banco regala un rifle al abrir una cuenta de ahorro, cualquier persona puede comprar munición y armas en un supermercado, las armerías proliferan como aquí los bares…
Pero la gran aportación de esta película es, no obstante, su inteligente planteamiento y el activo papel que asume su responsable. Michael Moore adquiere un protagonismo indiscutible a la hora de acercarse el tema propuesto huyendo del dramatismo al contar los hechos y no cayendo en detalles escabrosos ni buscando la lágrima fácil. Todo lo contrario, destaca un tono sarcástico y en ocasiones un humor ácido que configura una crítica mordaz a aquellos que defienden dormir con una pistola bajo la almohada. El realizador adopta el “método socrático” para hacer preguntas que hagan reflexionar al espectador y pongan en evidencia a los defensores del derecho a ir armado. Además, y desde el punto de vista narrativo, Bowling for Columbine posee una variedad de registros o recursos narrativos que enriquecen enormemente el discurso: reconstrucciones, entrevistas (destacan la entrevista a un productor de TV, que reniega de los contenidos violentos pero que no quiere cambiarlos al tener audiencia, y a Charlton Heston, presidente de la paramilitar y ultraconservadora Asociación Nacional del Rifle), dibujos animados (no perderse la breve historia violenta de los EEUU en dibujos animados que recuerda la corrosiva South Park), programas de TV, imágenes reales de archivo…
Bowling for Columbine ha sido premiada en el Festival de Cannes, en el Festival de San Sebastián, y hace pocos días recibió el Oscar al mejor documental. Este curriculum demuestra la calidad de un film que debería incluirse en todos los planes de estudio de todos los colegios y universidades y en todas las carreras. Imprescindible.
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